El establecimiento de políticas para el uso de mascarillas depende en gran medida del contexto
Naciones Unidas.- Para controlar la transmisión del coronavirus, la Organización Mundial de la Salud continúa recomendando el uso de mascarillas en cualquier situación independientemente del número de personas vacunadas en los países que están en fase avanzada de inmunización.
Así reaccionaba la Organización ante una pregunta sobre las nuevas directrices publicadas este jueves en Estados Unidos por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades que permitirán a la población vacunada no llevar mascarilla en la mayoría de los espacios cerrados.
“El establecimiento de políticas para el uso de mascarillas (…) depende en gran medida del contexto: se trata de la cantidad de virus que circula por el país, de la cantidad de vacunas, de las vacunas que se están poniendo, de las variantes de interés, de las variantes de preocupación que están circulando. Debemos tener todo esto en cuenta a la hora de pensar en cómo ajustar las políticas asociadas al uso de mascarillas”, afirmó la doctora Maria Van Kerkhove en rueda de prensa.
La epidemióloga recordó que en algunos países han podido controlar el COVID adecuando sus medidas sociales y de salud pública sin necesidad de usar vacunas, ente estas naciones mencionó a Australia o Nueva Zelanda.
Las vacunas, mejor para los países de renta baja que para los adolescentes
Por su parte, el director de la Organización se mostró contrario a la vacunación de adolescentes cuando las vacunas son más necesarias en otros países con menos recursos y pidió su donación a estas naciones.
“Entiendo por qué algunos países quieren vacunar a sus niños y adolescentes, pero ahora mismo les insto a que lo reconsideren y a que, en su lugar, donen vacunas a(l mecanismo) COVAX”, afirmó el doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus .
El máximo responsable de la Organización justificó su petición explicando que el suministro de vacunas en los países de renta baja y media-baja no ha sido suficiente ni tan siquiera para inmunizar a los trabajadores sanitarios, y destacó que los hospitales están inundados de personas que precisan atención médica urgente para salvar sus vidas.
“En la actualidad, sólo el 0,3% del suministro de vacunas se destina a los países de bajos ingresos. El goteo de vacunas no es una estrategia eficaz para luchar contra un virus respiratorio mortal” destacó.
Tedros añadió que en países como la India se continúa registrando un número preocupante de casos, hospitalizaciones y muertes, y que otros como Nepal, Sri Lanka, Vietnam, Camboya, Tailandia y Egipto también tienen carencias y están lidiando con picos de casos y hospitalizaciones.
“El COVID-19 ya se ha cobrado más de 3,3 millones de vidas y estamos en camino de que el segundo año de esta pandemia sea mucho más mortífero que el primero. Para salvar vidas y medios de subsistencia hay que combinar las medidas de salud pública con la vacunación -no una u otra- y esta es la única manera de salir de la pandemia”, recordó.
El Covid de larga duración es un gran desconocido en estos momentos
Respondiendo a una pregunta sobre qué causa el COVID de larga duración y sus posibles consecuencias, Van Kerkhove reconoció su existencia y señaló que están tratando de definir mejor la tipología de lo qué es a través de seminarios y encuentros con investigadores de todo el mundo y de diferentes disciplinas, ya que afecta a diferentes órganos, que trabajan conjuntamente para explicarlo.
*COVAX es parte de un esfuerzo global sin precedentes para suministrar vacunas para al menos el 20% de la población de cada país participante durante 2021, con el fin de proteger a las personas en mayor riesgo de presentar formas graves de COVID-19 y salvar vidas. En América, 36 países recibirán vacunas a través del Mecanismo COVAX, de los cuales 26 lo harán con financiamiento propio y diez lo harán sin costo.
El Fondo Rotatorio de la Organización Panamericana para la Salud es el mecanismo designado por COVAX para adquirir las vacunas en nombre de los países de la región.
COVAX está codirigido por Gavi, la Alianza para las Vacunas, la Organización Mundial de la Salud y la Coalición para las Innovaciones en la Preparación ante las Epidemias (CEPI), y trabaja en asociación con UNICEF, el Fondo Rotatorio de la OPS, así como con el Banco Mundial, organizaciones de la sociedad civil, fabricantes y otros.