Las mujeres siguen mayoritariamente excluidas de las mesas de negociaciones y de los puestos de liderazgo
Naciones Unidas.- Las situaciones de urgencia creadas tras la declaración de emergencia climática, unidas a la pandemia del COVID-19 y al impacto de los conflictos, tanto los de nueva creación como los que prosiguen, se han acelerado e intensificado en crisis generalizadas e interrelacionadas que nos afectan a todos, pero especialmente a las mujeres y a las niñas, afirmó este lunes el Secretario General de la ONU.
Durante la inauguración del sexagésimo sexto período de sesiones de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer, António Guterres destacó que quienes sufren mayoritariamente estas amenazas y sin ninguna capacidad decisoria son precisamente las mujeres y las niñas
“En todas partes, las mujeres y las niñas están actuando para hacer frente a las crisis climática y medioambiental. Y en todas partes, las mujeres y las niñas siguen estando excluidas en gran medida de las salas donde se toman las decisiones”, afirmó.
En este contexto, António Guterres recordó que las mujeres son las que más padecen la escasez de recursos naturales locales, como los alimentos y las que tienen menos medios para adaptarse a esta situación.
El titular de la ONU no se detuvo ahí y expandió el campo de acción de esta problemática.
Más vulnerables a las crisis climáticas
“Cada vez hay más pruebas de que el matrimonio infantil y la explotación están relacionados con la crisis climática. Y cuando las catástrofes climáticas golpean, como lo hacen con creciente frecuencia, las investigaciones muestran que las mujeres y los niños tienen hasta 14 veces más probabilidades de morir que los hombres”, destacó.
Una discriminación de género que se ve agravada por el mínimo acceso de las mujeres a los puestos de responsabilidad que comporta la omisión de las necesidades e intereses de las mujeres a quienes se aparta de las políticas y decisiones sobre el uso de la tierra, la contaminación, la conservación y la acción climática.
A modo de ejemplo, Guterres destacó que solo un tercio de las posiciones de responsabilidad en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, el Protocolo de Kioto y el Acuerdo de París están ocupadas por mujeres, y que únicamente el 15% de los ministros de medio ambiente son mujeres.
El Secretario General señaló que todas estas circunstancias demuestran una vez más que continuamos viviendo en un mundo dominado por los hombres, “con una cultura dominada por ellos”.
“Seguimos viviendo con los resultados de milenios de patriarcado que excluye a las mujeres e impide que sus voces sean escuchadas. No podemos alcanzar ninguno de nuestros objetivos sin la contribución de todos. Por eso todos -incluidos los hombres y los niños- deberían trabajar por los derechos de las mujeres y la igualdad de género”.
Por último. Destacó que tanto el liderazgo como la participación de las mujeres en igualdad de condiciones son esenciales para crear comunidades y sociedades pacíficas y resistentes.
“No podemos separar el peligroso estado de la paz en nuestro mundo de las antiguas estructuras de patriarcado y exclusión. Y la guerra en Ucrania es otra clara demostración de ello en todas partes”, resaltó y añadió que la respuesta colectiva a estos problemas “marcará nuestro rumbo en las próximas décadas”.
“Para forjar el futuro sostenible que necesitamos, las mujeres y las niñas deben estar en primera línea, liderando el camino”, concluyó.
Tras 76 años de la fundación de la ONU todavía no hay ninguna Secretaria General
El presidente de la Asamblea General, Abdulla Shahid, retomó el punto de vista del liderazgo femenino y recordó que, en temas de máximo liderazgo en los 76 años de la Organización, solo cuatro mujeres fueron elegidas para desempeñar su cargo y que ninguna logró todavía acceder al cargo de Secretaria General durante el mismo periodo de tiempo, una situación que debe corregirse.
“La ONU no puede pedir que se apliquen esas referencias en todo el mundo en lo que respecta a la igualdad de género y la capacitación de las mujeres, pero no aplicar esta norma en casa. Personalmente, me gustaría liderar desde el frente un llamamiento para que el próximo Secretario General sea una mujer. Únanse a mí en este llamamiento”, una afirmación que fue fuertemente aplaudida por la audiencia.
Shahid afirmó previamente que, con el aumento de representación femenina en los órganos de decisión, los Estados miembros deben comprometerse a desarrollar planes de acción de género que combinen la acción climática con los esfuerzos para mejorar la igualdad de género.
“De cara al futuro, diseñemos sistemas fiscales progresivos e instauremos presupuestos con perspectiva de género que mejoren los derechos económicos de las mujeres y su acceso a los servicios públicos, al tiempo que corrijan la discriminación y la desigualdad”, propuso.
También se mostró a favor de promover el acceso de las mujeres a las instituciones financieras y elaborar leyes y políticas para prevenir y proteger a las mujeres contra el acoso y otras formas de violencia en el mundo laboral.
La inclusión de las mujeres en la economía genera paz y prosperidad
Por su parte, la secretaria general adjunta de la y directora ejecutiva de ONU Mujeres destacó que según las nuevas estimaciones mundiales de su organismo y la Organización Internacional del Trabajo más de dos millones de madres abandonaron la fuerza laboral en 2020 coincidiendo con la pandemia de COVID-19
Sima Bahous indicó que esta situación afectó a su acceso a la protección social, a la igualdad salarial y a la seguridad de los ingresos, así como a las oportunidades de ocupar puestos de dirección y liderazgo.
“Se trata de una pérdida acumulada que ninguna sociedad puede permitirse”, recalcó y recordó su reciente intervención ante el Consejo de Seguridad donde explicó que la inclusión de las mujeres en la recuperación económica genera enormes beneficios tanto para la paz como para la prosperidad.
“Lo contrario también es cierto. Cuando se excluye a las mujeres, las economías y las sociedades se resienten”, alertó y emplazó a la Comisión, tal y como lo hizo con el Consejo, a desempeñar su cometido en la inclusión económica de las mujeres.
“Ahora insto a esta Comisión, encargada también de examinar los avances en la capacitación económica de las mujeres, a que haga lo mismo. La transición verde tiene el potencial de crear empleos decentes para las mujeres. No podemos perder esta oportunidad”, explicó.
Bahous calcula que hay un potencial de 24 millones de nuevos empleos en los sectores verdes, por lo que consideró fundamental que las mujeres reciban la formación y el apoyo necesarios para acceder a estos empleos.
“Debemos eliminar la brecha digital de género y las diferencias de género en la educación, la información y las competencias”, destacó.