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Persecución y censura del arte drag en Nuevo León

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Por Melina Barbosa / Reporte Indigo

Monterrey, México.- Pese a que el drag regio es reconocido a nivel nacional e internacional, en Nuevo León este tipo de arte sigue siendo estigmatizado, censurado y hasta criminalizado, lo que ha derivado en iniciativas que buscan vulnerar los derechos de la población LGBTIQ+ y en el aumento de los crímenes de odio.

Nuevo León tiene un largo historial de atentar contra los derechos de la población LGBTIQ+, y el ejemplo más reciente involucra a funcionarios del municipio de San Nicolás de los Garza,N.L. que pretenden prohibir los eventos en los que artistas drag celebran la diversidad cultural al mismo tiempo que cuestionan las normas de género hegemónicas.

Fue el pasado viernes 20 de septiembre cuando trascendió que el cabildo de San Nicolás aprobó la prohibición de los “shows denominados drag queens o travesti”, bajo el argumento de “cuidar a los niños y niñas de espectáculos que no son apropiados para su edad”.

La modificación al Reglamento de Espectáculos de San Nicolás plantea sustituir al que se encuentra vigente desde marzo de 2005 para establecer en el artículo 95, fracción XXIV que se prohíba “realizar espectáculos en donde personas desnudas o semidesnudas realicen movimientos, bailes, danzan o caminen exhibiendo su cuerpo, así como los shows denominados drag queens y travesti”.

Sin embargo, detrás de esta decisión se encuentra la regidora Claudia Carranza, militante de movimientos globales de extrema derecha y esposa de Juan Carlos Leal, ex diputado del Partido Encuentro Solidario, quien promovió el Pin Parental en Nuevo León, una idea reciclada del partido español VOX para obstaculizar el acceso a la educación sexual integral.

El alcalde panista Daniel Carrillo inicialmente apoyó la propuesta y hasta destacó la intención del gobierno local de crear una Secretaría de la Familia.

Pero durante una manifestación llevada a cabo el 25 de septiembre frente a la Presidencia Municipal, la coordinadora de Movimiento por la Igualdad de Nuevo León, Jennifer Aguayo reveló que recibió una llamada del alcalde, quien le indicó que esto era una confusión y que regresando de su viaje atendería personalmente a la comunidad para aclarar la situación.

Una ley sin fundamento y con errores de redacción

Aunque en redes sociales y medios de comunicación circuló que el cabildo de San Nicolás aprobó la ley antidrag, el cambio al reglamento de espectáculos no ha sido publicado oficialmente por lo que no ha entrado en vigor.

El texto vigente no sólo regula los eventos en espacios públicos, sino aquellos que se organizan para que el público, mediante pago o gratuitamente, concurra a divertirse o a educarse, y todas las actividades deportivas, culturales y de esparcimiento; ya sea que se realicen en espacios abiertos y cerrados.

Claudia Carranza aseguró que la prohibición de eventos con drag queens sería en espacios donde haya presencia de niñas y niños, pero el artículo 95 del reglamento no establece lugares específicos en los que se vayan a permitir los espectáculos de este tipo.

Además, activistas y organizaciones de derechos humanos aclararon que esta medida es inconstitucional y viola varios tratados internacionales, por lo que no será posible su aplicación.

“La medida es inconstitucional porque generaliza y estigmatiza un tipo de expresión artística específica y es inaplicable bajo estándares de derechos humanos que protegen la diversidad y la libertad de expresión, sobre todo la de grupos históricamente discriminados como la población LGBT+ (…) Esta restricción basada en criterios morales instrumentaliza a las infancias para limitar expresiones culturales e invisibilizar la diversidad de género y otras realidades”, puntualizó Jesús Presas, abogado de El Clóset LGBT A.C.

La propuesta menciona que no se podrán realizar espectáculos en donde “personas desnudas o semidesnudas realicen movimientos, bailes, danzan o caminen exhibiendo su cuerpo, así mismo lo son denominados drag(s) queen(s) y travesti”.

Pero esta ambigüedad en la redacción de la iniciativa, según el abogado especialista en derechos humanos, es otro factor por la que resulta inaplicable la prohibición de los espectáculos drag, pues “ni siquiera define la composición de estos eventos y tampoco se describe qué es una drag queen o travesti, se deja de lado otras formas de expresión drag” y no establece qué es desnudo y semidesnudo.

Al respecto, la dragqueen e integrante de CuentiDrag, Sahell Paradais explicó para  Verificado que «el Drag en los últimos tiempos ha sido una herramienta política para romper con los dogmas establecidos del género, pero mezclado con espectáculo».

Como todo arte, existen obras destinadas para infancias, adolescencias y adultos, y los shows drag pueden ir desde presentaciones dirigidas a un público infantil en espacios públicos como la lectura de cuentos o bailables, hasta entretenimiento para adultos en antros o bares que puede o no incluir connotaciones sexuales o abordar problemáticas sociales y violencias que se viven en un contexto determinado.

Un ejemplo de eventos dirigidos a infancias y adolescencias son los organizados por CuentiDrag, un proyecto cuyo objetivo es fomentar la lectura a través de dinámicas en las que drags narran e interpretan las historias de forma entretenida.

«Las obras que se cuentan en el proyecto de CuentiDrag están enfocadas a la familia, para todas las edades, en su totalidad abordamos temas de valores, respeto, amistad, cooperación e inclusión. Tales como «La vaca en el tejado», «Grumpy Monkey ¡Está Gruñón!», «El cocodrilo al que no le gustaba el agua» entre otros cuentos referidos por la dragqueen Sahell Paradais.

Sobre el supuesto impacto negativo de los shows drag en la niñez, el abogado Jesús Presas señaló que “no hay datos que sustenten lo promovido por los grupos y funcionarios conservadores” y puntualizó que la verdadera protección infantil “radica en la educación inclusiva y fomentar el respeto a la diversidad en lugar de limitar la exposición a manifestaciones culturales que representan realidades distintas, como lo son, los shows drag”.

Manifestación pacífica frente a Presidencia Municipal de San Nicolás.

La ley antidrag en San Nicolás, como señalan colectivos LGBTIQ+ y personas defensoras de derechos humanos, finalmente es una forma más de censura y discriminación dado que no se aplican las mismas restricciones a otro tipo de espectáculos que sí podrían considerarse inapropiados para infancias y adolescencias.

El resultado de la desinformación LGBTIQ+ en Nuevo León.

Los discursos de odio y la desinformación impulsada por grupos conservadores influyen en actos antiderechos, provocando que la exclusión de personas de la diversidad sexogenérica sea cada vez más frecuente en la entidad:

En 2024, la convocatoria para la marcha por el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, destacó por anunciarse como separatista, es decir, un espacio que excluye a otras identidades. En protesta y solidaridad, varias colectivas trans y queer decidieron no participar, por lo que la marcha tuvo una concurrencia menor a las anteriores.

En octubre de 2023, la Feria Internacional del Libro de Monterrey anunció la cancelación de “CuentiDrag”, espacio en el que cuatro drag queens locales leerían cuentos a la audiencia. El colectivo Percha LGBT+ denunció este acto de censura y discriminación por parte del Tec de Monterrey e incluso cinco autores terminaron cancelando su participación.

En abril de 2023, padres de familia del municipio de San Pedro se organizaron para cancelar un evento del Día del Niño en el que drag queens realizarían la lectura de cuentos a infancias y adolescencias en el Parque El Capitán.

En 2020, se promovió el Pin Parental, una iniciativa que buscaba invisibilizar la diversidad identitaria y bloquear el derecho constitucional de las infancias y adolescencias de acceder a la educación sexual integral, permitiendo a las madres y padres de familia elegir los contenidos educativos de las escuelas.

En 2019, integrantes de «Familias Fuertes Unidas por Nuevo León» acusaron a drag queens de corrupción de menores por leer cuentos a infancias en Nuevo León.

Esta narrativa incluso ha resultado en crímenes de odio, pues durante 2024 se han registrado al menos nueve agresiones contra la población LGBTIQ+ en Nuevo Léon.

Todos ellas han sido perpetuadas contra mujeres trans, con 3 desapariciones forzadas y 6 transfeminicidios.