Monterrey, México. UDEM. - En el webinar Redesigning for the new economy, invitado por la Universidad de Monterrey, Muhammad Yunus, Premio Nobel de la Paz en 2006, reflexionó sobre la pandemia, el calentamiento global, la concentración de la riqueza y la necesidad de rediseñar el sistema económico internacional.
Viéndolo por el lado positivo, lo que ha traído la pandemia a la humanidad es la oportunidad de “redescubrirnos a nosotros mismos como seres humanos”, “bajarnos del tren” de un sistema que ha llevado al ser humano al borde de su destrucción –“impulsado por el interés propio”– y crear un nuevo sistema basado en el interés común, en opinión de Muhammad Yunus.
Invitado por la Universidad de Monterrey a impartir el webinar Redesigning for the new economy, el Premio Nobel de la Paz en 2006 hizo un llamado a desechar el viejo sistema económico que solo ha destruido gradualmente el planeta y ha concentrado “en el 1 % de la población del mundo el 99 % de la riqueza”.
Esa parte del interés común fue totalmente eliminada de nuestras políticas económicas”, afirmó, y propuso: “hay que rediseñar nuestro sistema económico internacional para basarlo sobre una identidad del ser humano como una persona impulsada por intereses comunes”.
La conferencia virtual se realizó esta mañana con la participación de Martha Herrera, directora global de Negocio Responsable de CEMEX y exalumna de la UDEM, como moderadora, dentro del ciclo Webinar UDEM Fall Series 2020.
Ante la comunidad UDEM e invitados especiales, Yunus advirtió enfáticamente sobre las previsiones de científicos que dan tres o cuatro décadas más de vida al planeta debido al calentamiento global, que cada vez avanza más rápidamente.
“Nuestros científicos nos dicen que no nos queda mucho tiempo, nos dan una advertencia de que el tiempo se agota, la cuenta regresiva ha iniciado y no podemos detenerla, ya se acerca mucho el final (…) es durante la vida de quienes están aquí ahora cuando la historia se acabaría y terminaría el juego”, aseveró.
El economista bangladesí de 80 años afirmó que el regreso a la normalidad después de la pandemia ofrecerá a la humanidad la posibilidad de crear un mundo diferente del que ha creado hasta ahora y ese es su reto, con cero contaminación, cero concentración de la riqueza y cero desempleo.
Sin embargo, aconsejó a las universidades formar profesionales para ser emprendedores y creadores de empleos, no buscadores de empleo, y convocó al alumnado a prepararse en ese sentido y creer en ello.
“Este calentamiento global fue ocasionado por el sistema que hemos creado; no es algo que ha hecho Dios o alguna autoridad suprema determinada, nosotros hemos creado toda esta situación para nosotros mismos debido a la manera en que hemos elaborado nuestro proceso de pensamiento y el diseño de nuestro sistema económico”, estableció.
Sabemos exactamente dónde está siendo destruido el ambiente, quiénes están aportando y cuánto a la destrucción del ambiente a través de la maximización de la utilidad, pero no queremos hacer nada, nos sentimos muy cómodos, queremos volver a donde estábamos, sabemos que es malo, pero no queremos cambiar nada, es como un adicto, disfruta sabiendo que se destruye”, describió.
Durante su charla, el también banquero y emprendedor social señaló que, al creer el ser humano en lo que ha diseñado, se ha convertido en “una especie de máquina productora de dinero” que no escucha y ya no aprecia los valores humanos.
“Es cierto que somos impulsados por nuestros propios intereses, pero esa no es la medida que identifica al ser humano: la identidad que caracteriza al ser humano es también impulsada por el interés común”, sostuvo.
“Esa no es una distribución de la riqueza, es una mofa masiva de un sistema; un sistema no puede hacerse en donde todo va a unas pocas manos y todos los demás no reciben nada; si permitimos que esta máquina continúe la concentración de la riqueza, este mundo será una bomba de tiempo que explotará con ira, ese no es el mundo del que queremos ser parte, no queremos regresar a eso”, expuso.
El ponente señaló que lo que ha hecho la pandemia es haber parado ese tren de una forma brusca y el ser humano tiene ahora la oportunidad de decidir regresar a subir al tren en la dirección antigua, “hacia la muerte final”, o crear una ruta nueva, con una vía nueva hacia otro destino.
“Esa es una opción que tenemos y no queremos perdernos esta decisión: esta es una oportunidad creada por la pandemia y no debemos desperdiciarla, por eso lo más importante que tenemos que hacer ahora es decir: ‘no queremos regresar (al lugar) de donde vinimos’, tenemos que ir a un nuevo destino”, exhortó.
“Vamos a comenzar de una manera nueva, porque de la forma antigua en que hemos hecho las cosas en el mundo, ya por muchos años, ha sido terrible para nosotros, no nos conduce a ninguna esperanza, a ninguna apertura para los seres humanos en este planeta”, subrayó.