En México al menos 1.4 millones de niñas y niños intoxicados podrían tener afectaciones en el sistema nervioso
Monterrey, México.- Con el objetivo de visibilizar el problema de salud pública que representa la intoxicación por plomo y sus efectos en niños y adultos mexicanos, Pure Earth México, a través de la Alianza Comida Sin Plomo, lanzó la campaña #SinPlomoEnLaMesa, un llamado para que la sociedad civil, el sector privado y las instancias de gobierno lleven a cabo acciones que eliminen esta sustancia tóxica de cocinas, restaurantes, casas y comunidades, al mismo tiempo que protegen la tradición alfarera al consumir barro libre de plomo.
Se estima que a nivel mundial existen más de 600 mil casos de discapacidad intelectual y 1.8 millones de muertes al año atribuibles a la intoxicación por plomo. En el caso de México, la principal fuente de exposición a este químico es la producción y el uso de alfarería vidriada con óxido de plomo.
En este sentido, Daniel Estrada, director de Pure Earth México, explica que, en el país, 31% de las personas que utilizan barro vidriado con plomo sufren de intoxicación, que hasta 250 mil familias alfareras distribuidas en 20 estados de la República presentan niveles de plomo en sangre de hasta 26 mcg/dl y que 60 millones de consumidores tienen 8 mgc/ dl, es decir, muy por encima de lo que dicta la Norma Mexicana NOM-199-SSA1-2000 que establece 5 mcg/dl como el máximo nivel permisible para población ocupacionalmente no expuesta.
El experto afirma que el sistema nervioso en desarrollo es más vulnerable a los efectos nocivos del plomo, esto, aunado a que los niños tienen la tendencia de llevarse las manos y otros objetos sucios a la boca, además, su organismo absorbe hasta cinco veces más plomo que el de un adulto, lo que agrava aún más este problema.
Eso significa que, en México al menos 1.4 millones de niñas y niños intoxicados podrían tener afectaciones en el sistema nervioso y presentar déficit de atención, falta de concentración, incapacidad de socializar, lentitud, dificultad para hablar, convulsiones, pérdida de coordinación, hiperactividad, somnolencia, irritabilidad, problemas de equilibrio y otras afecciones que podrían ser irreversibles si la fuente de exposición no se elimina a tiempo.
Una de las acciones que podrían ayudarnos a erradicar el plomo de la mesa de forma más eficaz sería la modificación de la NOM-231-SSA1-2002, ya que esta norma actualmente sólo hace una recomendación sobre el uso de plomo en la alfarería; sin embargo, al no ser obligatoria, es muy fácil no cumplirla, indica Estrada.
Otra herramienta contundente sería que los estados y la federación realizaran campañas periódicas de medición de niveles de plomo en sangre de la población, principalmente de niñas, niños y mujeres embarazadas, ello con el fin de detectar a tiempo altos niveles de intoxicación, identificar la fuente de exposición y actuar de manera inmediata para eliminarla.
Como sociedad civil también podemos intervenir realizándonos pruebas de sangre para identificar niveles de plomo, comprando y usando alfarería vidriada con esmaltes libres de plomo y ayudando a mapear lugares de venta y consumo de barro en nuestra comunidad.
Las empresas también pueden ayudar a resolver este problema mediante programas de responsabilidad social que fomenten el uso de barro sin plomo, midiendo los niveles de plomo en sangre de sus colaboradores y contribuyendo con programas educativos y campañas de difusión internas.
El mensaje es claro: queremos que México quede libre de plomo y debemos empezar desde ahora. Por lo tanto, hago una invitación a cada persona a ser parte de #SinPlomoEnLaMesa desde ahora.
Más información en https://barroaprobado.org