El suicidio puede ser prevenido si sabemos reconocer las señales
Por Reyes Gamez
Monterrey, México (Agencia de Noticias 3er Sector).- Septiembre es el mes Nacional de la Prevención del Suicidio y un momento para concienciar sobre cómo todos podemos contribuir a la prevención del suicidio.
Una persona apreciada, un familiar, amigo o compañero de trabajo podría estar batallando y teniendo pensamientos suicidas sin que su entorno se dé cuenta.
Para esta persona puede ser difícil hablar del dolor emocional que está experimentando, los pensamientos que está teniendo y su necesidad de ayuda: son características propias de un caso de silencio silencioso.
Según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), aproximadamente, 800,000 personas se quitan la vida en todo el mundo; en la región de las Américas se estima que son alrededor de 100 mil personas. Otra forma de verla es que en promedio cada 40 segundos alguien se suicida en el mundo.
En México, en 2022 se registraron 8,237 fallecimientos por esta causa, es decir, 22 casos al día.
“El suicidio es una tragedia, pero hay esperanza en el hecho de que muchos casos pueden ser prevenidos por personas atentas que reconocen las señales que indican que alguien puede estar sufriendo y contemplando el suicidio,” asegura la psicóloga Gina Goldfeder.
La doctora Mindy Westlund Schreiner, instructora y psicóloga clínica del Instituto de Salud Mental Huntsman de la Universidad de Utah, comenta que entre las causas se encuentran factores individuales como la depresión y las enfermedades crónicas, factores sociales más amplios como la pobreza, el acoso y la discriminación.
En este sentido, agrega que la atención y el apoyo de los seres queridos pueden marcar la diferencia no sólo en el caso del suicidio, sino también en muchas situaciones que comprometen la salud mental de los individuos.
"La persona con la cual está hablando no es un problema que hay que resolver, sino una persona a la que hay que ayudar," sostiene Schreiner.
En tantto que Goldfeder, terapeuta especializada en psicoterapia individual y de pareja, agrega que si existe preocupación porque una persona cercana pueda estar contemplando el suicidio se debe estar atento a cambios en su comportamiento o la adopción de rutinas o comportamientos totalmente nuevos, ya que “esto es más preocupante si el comportamiento nuevo o modificado está relacionado con una pérdida, un cambio o un acontecimiento difícil. La mayoría de las personas que se quitan la vida pueden mostrar uno o más signos de alerta”.
“Durante mucho tiempo se pensó que hablar de suicidio lo provocaba, pues es un tema delicado para la sociedad, lleno de estigmas y falsas creencias. Sin embargo, la realidad es que los suicidios son prevenibles y está bien hablar de ello”, asegura Maureen Terán, conferencista, tallerista, escritora y fundadora de Es Tiempo De Hablar.
Muchos signos suelen indicar que alguien está en riesgo de suicidio. No todos los comportamientos son evidentes, el dolor no siempre es obvio. Las señales pueden ser silenciosas, pero incluso uno de estos comportamientos puede ser una bandera roja y requiere ser atendida como señal de alerta:
- Hablar de muerte o suicidio.
- Buscar métodos para hacerse daño, como hacer búsquedas en línea o conseguir un arma.
- Sentimientos de desesperanza, atrapado o sin motivos para vivir.
- Hablar de ser una carga para otros.
- Regalar posesiones.
- Poner sus asuntos en orden.
- Comportamiento imprudente o impulsivo.
- Ataques de ira o aumento de la irritabilidad
- Aumento en el consumo de drogas o alcohol.
- Retracción social.
- Ansiedad o agitación
Ante esta situación, Gina Goldfeder comparte algunas acciones a tomar si se logra identificar alguna de las señales de alerta en el individuo:
- Mantener la calma y no juzgar. El miedo o la ansiedad pueden parecerse mucho a la decepción o enfado. Esto puede ser malinterpretado por la persona con pensamientos suicidas.
- Sea directo y haga preguntas. “¿Tienes o has tenido pensamientos suicidas?"
- Sea colaborador, que no se sienta solo. Los pensamientos suicidas suelen provenir de sentirse muy solos y desconectados de los demás.
- Hacer preguntas, ser un oído y estar físicamente. "¿Cómo puedo apoyarte o ayudarte mejor?" o "¿Qué te ha resultado útil en el pasado?" son algunas de las preguntas a las que se puede recurrir para tener un acercamiento.