Los contextos son relevantes al momento de determinar la agenda local y global
Por Reyes Gamez
Monterrey, México (Agencia de Noticias 3er Sector).- Ana Vásquez Colmenares autora del libro ¿Feminista Yo’? Guía básica para entender los feminismos y sus debates HOY (Grijalbo), dijo que del feminismo aún hay mucho por aprender, ya que “hay una pluralización de feminismo, porque hay una enorme cantidad de causas y hay causas que a una persona le van a parecer más relevantes que otras en función de su propia experiencia de vida”.
La autora señaló que hablar de feminismos causa un intenso debate, ya que al final los contextos son relevantes al momento de determinar la agenda local y global.
“Hay feministas que no les gusta hablar de feminismos, en plural, que dicen el feminismo es uno y es un tema universal. Es un debate teórico muy importante que tiene que ver además con algo entre la modernidad y la posmodernidad, La modernidad creía que sí se podrían haber soluciones universales y en la posmodernidad ya no se cree eso, o sea hay como un desencanto de todas estas grandes soluciones universales gigantescas y es bueno, vamos a mirar nuestro contexto y vamos a intentar incidir en nuestro contexto con esta idea de piensa en global, pero actúa local. Marcela Lagarde, una gran pensadora y es antropóloga, pensadora feminista que ha escrito muchísimos libros, una maestra de de muchas generaciones, dice que la sororidad es una herramienta para construir la igualdad y la sororidad no es igual a la amistad.
Yo puedo hacer alianza aún con mujeres que no son mis amigas, pero porque tenemos una alineación de intereses común, en este caso que no queremos vivir en un mundo que nos oprime por el hecho de ser mujer”, dijo Vásquez Colmenares.
La ex Secretaria de las Mujeres del Gobierno de Oaxaca, señaló que esa pluralidad del feminismo también debe entenderse desde las diferentes épocas en las que fueron creciendo las mujeres, ya que “si tú eres una mujer, por ejemplo indígena, acostumbrada a que desde chiquita, te dijeron: tienes que levantar antes que tu marido, ir a poner nixtamal, tú tienes que atenderlo, tú tienes que callarte la boquita, bajar la mirada,; entonces la lucha que ella necesita hacer para que en su comunidad se le reconozca, se le valore, es diferente que la de una mujer que ya pudo estudiar una universidad, que ya tiene una cuenta de banco, tiene un trabajo, tiene autonomía económica, pero eso no significa que ninguna de las dos viva en un mundo realmente igualitario”.
Ana consideró que esas experiencias de vida de las mujeres son las que inciden en el diseño y planeación de las políticas públicas que permitirán verdadera equidad e igualdad, pero en ese camino hay que seguir derribando los muros de las ideas preconcebidas por el Estado
“Entonces cada una va a agarrar un hilito de esa madeja en función de su circunstancia. Muchas veces las activistas tienen una enorme claridad de hacia dónde hay que ir, pero no necesariamente una gran claridad de cómo hacerle otras veces sí tienen una gran claridad de cómo hacerle, pero se encuentran con un muro que es una construcción del Estado y del Gobierno que es muy rígido.
Entonces la manera que a ellas se les ocurre hacer lo que es, digamos, hay que abrir aquí una brecha directamente, pues se encuentra con un tema de no, no se puede, porque fíjate que aquí hay este permiso, este reglamento, este esta ley que impide, entonces sin duda hay un problema y el otro gran problema y que es una discusión, yo que fui secretaria de las mujeres de Oaxaca, lo enfrenté, es cómo le haces cuando ya estás dentro de una institución, en este caso dentro del Estado y quieres cambiar también desde adentro, pues estás luchando contra un orden patriarcal que siempre ha estado dominado por los hombres, que solo recientemente porque no le quedó de otra, aceptó que hubiera mujeres.”, dijo Vásquez Colmenares.
Recordó que lograr la igualdad en la política no ha sido sencillo, ejemplo de ello es la paridad en las candidaturas, ya que menciono que “los partidos se siguen resistiendo en el INE”.
Además otro pendiente que se tienen con las mujeres es la interseccionalidad, ya que Vásquez Colmenares enfatizó que “la paridad debe ir acompaña de la interseccionalidad, no porque llegue una mujer blanca o una mujer de clase media ya están representadas ahí todas las mujeres, no, entonces, cómo hacerle para que se abran los espacios que corresponden, simplemente porque somos seres humanos. El feminismo lo que quiere es que no haya ni discriminación, ni desigualdad, ni violencia en razón, ni de sexo ni de géneros, tengo derecho a todo igual que tú”.
Respecto a que en México se garantiza que las mujeres puedan decidir si interrumpen un embarazo, Ana dijo que fue un logro importante, pero que subrayó que “la política pública que quisiera atender el tema reproductivo debería poner a disposición de los hombres los anticonceptivos, todas las medidas para que ellos, que son fértiles todo el tiempo, no produzcan embarazos no deseados. En cambio, la política pública está siempre orientada a ellas. A tú cuídate. esa frase de la mujer, solo llega el hombre llega hasta donde la mujer quiere, el patriarcado siempre ha puesto la responsabilidad y la carga en los hombros de las mujeres y ha liberado a los varones de estas cargas, pues si ella quiso, entonces yo soy libre, no, tú también tienes una conciencia, tú también tienes la información de que tu material genético si produce un embarazo, tú eres el 50% responsable y sin embargo, vivimos en un país donde muchos hombres no se hacen cargo de sus paternidades
Donde se divorcian de sus parejas o se separan y se separan también en la práctica de sus hijas e hijos, entonces tenemos que cambiar eso, esa mentalidad patriarcal que hace tanto daño que crea paternidades distantes en favor de paternidades afectivas y cercanas, independientemente de cómo te lleves con tu pareja o expareja”.
Vásquez Colmenares en su libro también abordar el sistema de cuidados ya que mencionó que hasta ahora la responsabilidad recae en las mujeres y “las pones en una desventaja en el término de su horizonte de ingresos a lo largo de su vida. Y si esas mujeres en 20 años, como sucede tantas veces, terminan sus matrimonios, resulta que ellas están con una mano adelante y otra atrás, porque el mercado laboral ya no las va a contratar porque estuvieron fuera, porque no tienen las competencias y no recibieron dinero a cambio del enorme cuidado y la aportación que le hicieron a la sociedad, que fue cuidado de niños y niños, personas enfermas y personas con discapacidad. Entonces es profundamente injusto. Por eso un sistema de cuidados tiene que ir a esta raíz. Tenemos que liberar a las mujeres de ese cuidado, por eso las maternidades y las paternidades deben ser deseadas, y acompañadas y apoyadas desde el Estado, pero tienen que ser responsables corresponsables. La maternidad no es crear un ser humano tú sola, lo haces siempre con otro”.
Ana subrayó que en cualquier movimiento hay radicalidad, en el caso de las feministas, algunas urgen a erradicadar el patriarcado y por eso realizan actos para hacer visible su egiencia.
“Todos los feminismos son radicales en un sentido, porque la palabra radical viene del latín radix significa raíz, entonces hay que ir a las raíces de las cosas, a las causas, para cambiarlo. Desde el punto de vista, todos los feminismos son radicales, pero hay una corriente que tiene mucha más urgencia de cambiar el orden patriarcal, de erradicarlo de raíz que caiga. Entonces el grado de inmersión que cada mujer tiene con su feminismo. Por eso es que hay que enunciar el feminismo, yo lo hago desde mi libro, desde dónde vengo, no pretendo tener, pues, ni la sabiduría ni la experiencia de activistas que han estado en la calle muchos más años que yo. Yo sí he ido marchas, pero no he vivido la lucha que muchas mujeres han tenido, porque probablemente tampoco me han tocado esos niveles de opresión. Eso no significa que no pueda tener y sentir empatía”, dijo Vásquez Colmenares.
Recordó que hay actos radicales como el romper vidrios, pintar muros, inclusive destruir monumentos históricos, eso se pueden restaurar, “pero una vida cercenada no se puede devolver. Desde este punto de vista, pues vlaro que estoy a favor de la radicalidad en el sentido de cuando no nos hacen caso, eso es lo único que nos queda, pero yo espero que con este tipo de libros, con este tipo de llamados, pues podamos ampliar el nivel del debate y ampliar el nivel de responsabilidad de personas que tienen toma decisiones para que no lleguemos a esa radicalidad. Necesitamos dar respuestas antes.
Necesitamos que las mujeres desaparecidas, no estén siendo olvidadas y otra vez desaparecidas, que los feminicidios se llegue hasta las últimas consecuencias de la investigación y se castigue.
Que se reeduque también a los hombres agresores que van a salir de las cárceles porque la mayor parte de los hombres que están en las cárceles hay más de 250,000 personas hoy en el sistema carcelario en México, la mayoría creo que es 80%, van a salir en los próximos 3 a 10 años, ¿los vamos a tener de nuevo cómo los queremos?, entonces ahí hay que hacer un trabajo profundo de conciencia, de reflexión, también con los hombres, con los generadores de violencia, porque si no va a estar muy difícil. O sea, no podemos solo recurrir al castigo, esta visión punitivista, de máximo castigo. Estoy de acuerdo que hay que castigar, pero el problema es que como el patriarcado es un sistema que nos envuelve a todas y a todos, todos tenemos algo de este ingrediente patriarcal más o menos, imagínate entonces a cuántas personas tendrías que meter a la cárcel si es solo enfoque punitivista, necesitamos adoptar otros enfoques. Lo hablo también en el libro, de la justicia restaurativa y de reparar y de reeducar y de reeducarnos y despatriarcalizarnos y descolonizarnos. Es una tarea inacabable, lo tenemos que hacer cada persona ,responsabilizarnos y eso me parece súper radical en el sentido etimológico”.