Padecimiento que no produce síntomas, de no ser tratado puede ocasionar discapacidad visual y ceguera irreversible en 3 a 5 años.
Ciudad de México.— Los datos Mundiales de Salud (IAPB) indican que en 2050 la ceguera mundial se triplicará. El informe señala que la ceguera en su mayoría podría evitarse o tratarse, y la necesidad de soluciones asequibles es aguda.
Las principales causas de ceguera evitable en el mundo son las ametropías no corregidas, es decir, no tener acceso al uso de lentes y el glaucoma. El reciente Reporte mundial sobre visión de la OMS estima que para este año existirán 76 millones de personas, entre los 40 y los 80 años de edad, con esta condición visual irreversible; y proyecta que el número de personas con glaucoma por afección ocular relacionada con la edad aumente 1.3 veces entre 2020 (76 millones) y 2030 (95.4 millones) .
Ante este panorama, Nancy Sol Espíndola del Departamento de Visión baja de la Fundación Conde de Valenciana IAP, detalla que “el licenciado en optometría está capacitado para el manejo de ametropías con tratamientos ópticos especializados y a su vez tiene entrenamiento para valorar la función y anatomía del globo ocular con la finalidad de canalizar oportunamente al paciente que lo requiere, por ejemplo: monitoreo de la presión intraocular (PIO) y de la anatomía de retina y nervio óptico.
Cuando detecta cambios, refiere oportunamente con el médico especialista para iniciar manejo médico farmacológico y de ser necesario quirúrgico de enfermedades como el glaucoma”.
El glaucoma es una enfermedad multifactorial del nervio óptico (neuropatía) que se caracteriza por la pérdida progresiva del campo visual y de la visión fina en etapas avanzadas y sin el manejo adecuado produce ceguera que no es restituible.
Su manejo requiere de un equipo multidisciplinario el cual incluye al Licenciado en Optometría tanto en la prevención, detección (sospecha), la rehabilitación óptica y de las habilidades visuales.
Mexicanos en riesgo
Los estudios clínicos (LALES) revelaron que la población mexicana tiene fuerte carga genética para esta enfermedad tanto en la presentación primaria (glaucoma primario congénito, de ángulo abierto o de ángulo cerrado) como en glaucoma secundario al uso prolongado de fármacos antinflamatorios esteroideos o asociado a diabetes.
El peligro
Esta enfermedad se caracteriza por no producir síntomas en las primeras etapas, esto quiere decir que las personas no tendrán ningún tipo de dolor, no es consiente la pérdida visual periférica hasta etapas muy avanzadas en donde se dan cuenta que chocan con objetos habituales o bien sufren caídas por no poder ver escalones al bajar.
Importancia de la detección oportuna
El glaucoma es una enfermedad que no se puede curar, es crónica y progresiva, pero los avances médicos actuales permiten que esta progresión pueda ser tan lenta que el paciente note cambios en la visión pasados varios años después de la detección versus las personas que no reciben tratamiento ocular, el glaucoma puede ocasionar discapacidad visual y ceguera irreversible en muy pocos años (estimado de 3 a 5 años). La detección oportuna evita que se pierda la independencia de las personas y en casos avanzados de la enfermedad el control nos permite junto con estrategias de rehabilitación mejorar la calidad de vida.
La Licenciada en Optometría y vocera del Consejo Optometría México emite las siguientes recomendaciones en el marco del Día Mundial del Glaucoma a celebrarse este 12 de marzo.
Acudir a valoración optométrica:
- Si tiene 40 años, acudir a valoración visual anual en especial si hay antecedentes familiares de primera línea para glaucoma, principalmente la rama materna.
- Si fue diagnosticado hace más de 5 años con diabetes mellitus, aunque no noten mala calidad visual.
- Si es usuario frecuente de antiinflamatorios esteroideos (pacientes con enfermedades autoinmunes o multialérgicos), ya que la población mexicana tiene alto riesgo de glaucoma inducido por esteroides.
- Si su bebé fue diagnosticado al nacer con glaucoma congénito debe tener un manejo estrecho entre el médico oftalmólogo y el optometrista para la adaptación de las ayudas ópticas, terapia visual y rehabilitación necesaria. Con ello se ayuda a la función visual para evitar la merma en el desarrollo psicomotor.
- No automedicarse antiinflamatorios para el tratamiento de ojo rojo, ni comprarlos sin receta médica en la farmacia.
- Asegurarse que el especialista tenga cédula profesional de licenciatura.
Finalmente, la especialista subraya que “en este y otros padecimientos, los licenciados en optometría son la primera línea de defensa para evitar la discapacidad por visión baja y ceguera” además, hace un llamado a vigilar de manera anual que la presión intraocular -que es muy diferente a la presión arterial, no pase de 20 mm Hg (milímetros de mercurio) a través de un examen para medir la presión dentro de los ojos llamada tonometría.
¡Vigila tu presión intraocular!
