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Mantiene UANL lucha contra la hepatitis

Desarrollo
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La lucha contra la enfermedad debe continuar aun en la pandemia del COVID-19

Por Norberto Coronado

Monterrey, México , UANL (Punto U).- De acuerdo con datos de la Secretaría de Salud federal, la hepatitis es una de las cuatro causas principales de mortalidad en Nuevo León, siendo en las mujeres la sexta causa y la cuarta en los hombres. Además, los regiomontanos ocupan el tercer lugar a nivel nacional en el número de casos reportados en el país.

En el marco del Día Internacional de la Lucha contra la Hepatitis, la doctora Linda Muñoz Espinoza, Jefa de la Unidad del Hígado del Hospital Universitario “Dr. José Eleuterio González”, asegura que en la Universidad Autónoma de Nuevo León se trabaja para dar fin a la enfermedad y que, de hacerlo posible, los servicios de salud a nivel nacional se librarían de una gran carga económica.

México ocupa el segundo lugar en Latinoamérica con mayor número de infectados por hepatitis C. El 65 por ciento de ellos tiene infección crónica, pero nada más el 30 por ciento sabe que tiene la enfermedad y el seis por ciento recibe tratamiento.

“Los gastos que se requieren para un trasplante de hígado son muy elevados. Si la acabamos le daríamos un alivio al sector salud, pero el paciente muchas veces llega muy tarde a tratarse y eso complica la situación”, menciona Muñoz Espinoza.

“En México, de los pacientes con cirrosis o con hepatitis C que llegan a diagnóstico por primera vez, el 50 por ciento ya presentan la enfermedad en grado avanzado, por eso es importante que se hagan la prueba de funcionamiento hepático desde las primeras sospechas”, sugiere la especialista.

Factores de riesgo

Las hepatitis A y E generalmente son causadas por la ingesta de alimentos y agua contaminados.

Las hepatitis B, C y D se contraen durante la transfusión de sangre (antes del programa Sangre Segura), la realización de tatuajes y la promiscuidad sexual.

“Hay que seguir creando conciencia en el cuidado del hígado, sobre todo si se tienen cuadros como la obesidad, porque esta condición empeora la situación”, dijo.

Recurre HU a la telemedicina

Como en todo el mundo, la pandemia causada por el COVID-19 dificulta la consulta en los centros médicos, por ello el Hospital Universitario, a través de la Unidad de Hígado, se apoya en el área de la telemedicina para seguir observado y dando seguimiento a los pacientes y que de esta manera no pierdan sus tratamientos.

“Seguimos consultando a través de la telemedicina. Le damos especial atención. Ha funcionado muy bien y los pacientes se han adaptado perfectamente”, señala la doctora Muñoz Espinoza.

La UANL pone a disposición de la comunidad regiomontana los teléfonos de la Unidad de Hígado del Hospital Universitario: 818-329-4205 y 818-347-6180.

La prueba de hepatitis ni cuesta ni duele

La doctora Muñoz Espinoza explica que la prueba de hepatitis C se puede realizar en el Centro de Hepatología del Hospital Universitario. Comenta que es una prueba rápida, sin costo y solo es cuestión de un “piquete” en el dedo y, en caso de salir positivo, se dirige al paciente al Sector Salud, donde se cuenta con los tratamientos adecuados.

“El problema es que la mayoría de las personas no sienten ningún síntoma y por eso no se atienden. De hecho, la misma obesidad no les permite suponer que padecen la enfermedad. La gente no se siente incómoda de traer tanto peso, pero al momento de hacerse pruebas médicas, resultan con hígado graso, pero además tienen hepatitis C o B sin saber dónde ni cómo se infectaron”, comenta.

Señales de alerta

La Jefa de la Unidad de Hígado del Hospital Universitario invitó a la comunidad en general a realizarse la prueba de la hepatitis y así poder iniciar a tiempo un tratamiento contra este virus.

Señala que, aunque las enfermedades hepáticas son asintomáticas, existen indicios claros que deben alertar a las personas:

Coloración amarillenta de ojos y piel

Orina oscura

Agotamiento crónico

Náuseas

Vómitos

Dolor abdominal

Medidas de prevención

Evitar el consumo de alimentos y bebidas no preparados con los cuidados de higiene necesarios.

No compartir objetos personales de limpieza.

Lavarse las manos antes de cada comida.

Tener relaciones sexuales con protección.

Vacunarse contra la hepatitis A y B.

“Hay que seguir creando conciencia de la enfermedad. Mucho es labor del médico, pero el paciente debe estar consciente que, al estar abusando de la comida, el alcohol y tener relaciones sexuales sin precaución, el daño en el hígado será irreversible”, puntualiza la doctora.