Un grupo de maestros de comunidades mixe y chinanteca, que imparte clases en colegios salesianos en la sierra oaxaqueña, fue apoyado para mejorar sus habilidades docentes.
San Pedro Garza García, Nuevo León.- La Universidad de Monterrey recibió como alumnos a 18 maestros mixes y chinantecos de Oaxaca, como parte de un proyecto social para desarrollar sus competencias docentes y habilidades personales.
Los maestros, que laboran en colegios salesianos, instalados en las comunidades de Totontepec Villa de Morelos, San José Río Manzo y Santa María Tlahuitoltepec, fueron apoyados con un curso de capacitación ofrecido por la Universidad de Monterrey del 24 al 28 de julio.
“El año pasado fue la primera ocasión en que se trabajó con un grupo de docentes de los mencionados colegios, con la participación de ocho maestros de una de las comunidades de la sierra de Oaxaca”, confirmó Blanca Maiz García, directora de Desarrollo de la UDEM.
“El hecho de que la UDEM realice un programa como este, para comunidades indígenas, va muy encaminado a la misión de la Universidad, que siempre ha sido atender a las comunidades y a la diversidad, a través de la trascendencia en el servicio. Aquí se puede constatar la sensibilidad de nuestros maestros, quienes ponen su integridad y su corazón en estas actividades: definitivamente es una experiencia de aprendizaje y de servicio”, señaló la directiva.
Los cursos fueron impartidos por maestros de la División de Educación y Humanidades y tuvieron como sede los diferentes edificios del campus, como las aulas de Posgrado, el Centro de la Comunidad Universitaria, la Biblioteca Central y el Centro Roberto Garza Sada de Arte, Arquitectura y Diseño.
“La idea es darles todas las herramientas para que ellos puedan replicar este modelo en sus mismas comunidades, además de que se capaciten con otras habilidades que tal vez no han podido recibir”, indicó Maiz García.
La directora de Desarrollo informó que, a futuro, se pretende patentar e institucionalizar esta iniciativa como Modelo de Servicio UDEM y como un programa ícono del Departamento de Educación.
Además, se buscará derivar líneas de investigación alrededor de este modelo para nutrir Proyectos de Evaluación Final y Tesis de los alumnos, pues existe una fuerte viabilidad de convertirlo en una iniciativa de impacto social transdivisional de la Institución.
Para esto, se tiene contemplado un plazo de tres a cinco años, lo que permitirá la incorporación del Modelo de Aprendizaje en el Servicio.
Los beneficios, según los maestros de Oaxaca
Patricia Rodríguez Guzmán, maestra de preescolar, señaló que los cursos representan un gran apoyo para los maestros, porque hay cosas que no conocían y que en el aula no se aplican; como por ejemplo: mejores estrategias para que los niños puedan adquirir conocimientos.
La profesora mencionó que los cursos que han recibido anteriormente no habían incluido metodologías tan a fondo comparados como el que se les impartió en la UDEM.
Agregó que, en las comunidades de donde provienen, existen carencias de maestros en general y en particular de materias extracurriculares, como inglés, educación física y artística.
Más allá de que existan escuelas de gobierno de primaria y de preescolar, Rodríguez Guzmán señaló que en las escuelas salesianas se aprecia una diferencia: “nos esmeramos, damos al cien todo lo que podemos”.
“Trabajamos más por amor a los niños, por vocación, por lo que se quiere lograr con ellos. Eso nos da gran satisfacciones al ver el aprendizaje que están obteniendo”, expresó.
La docente oaxaqueña se mostró sorprendida de que la UDEM esté apoyando a comunidades indígenas, que están aisladas de la ciudad; pues en ocasiones es difícil trasladarse por sus propios medios para obtener herramientas y materiales adicionales para su capacitación.
Por su parte, Virginia Núñez Flores, maestra de Educación Física y catecismo, explicó que este tipo de iniciativas son de mucha utilidad para su vocación.
“Para nosotros, venir acá (a la UDEM) a un curso es muy significativo, porque es ver otra realidad. Nuestra visión y expectativas se abren más. El programa me ha ayudado mucho para planear mi clase y tener mejor trato con los niños, pues hay que entenderlos y motivarlos”, constató.
Beatriz Guzmán Vargas, también maestra de preescolar, comentó sobre el conocimiento que adquieren los docentes a través de bases como las neurociencias.
“Nos han enseñado, en neurociencias, qué tan importante es el cerebro para conocer más a fondo a nuestros niños, cómo saber tratarlos y conocer sus emociones. Me está sirviendo mucho para tomar en cuenta a los niños”, expuso.
El programa piloto de Formación Docente en la UDEM, ofrecido en julio de 2016, reportó beneficios como mejoras en el manejo disciplinario de grupos y estrategias didácticas en aulas, así como programas académicos de materias curriculares básicas (español y matemáticas).
Todos ellos fueron rediseñados, fortalecidos e implementados en los grupos de sus respectivos centros docentes.
De la misma manera, se adoptó y se implementó el modelo de coaching y actitud positiva durante todo el año escolar en la Comunidad Educativa y se incrementó el bienestar personal por parte de sus docentes en áreas de desempeño profesional y vida personal.
La segunda fase
En esta segunda fase del programa, la UDEM integró temas de “Análisis e Implicaciones del nuevo Modelo Pedagógico SEP”, “Neurociencia aplicada a la educación”, “Competencia y pensamiento numérico”, “Comunicación oral y escrita”, “Competencia socio-emocional en el contexto educativo”, “Coaching y liderazgo en el aula” y “Resiliencia y toma de decisiones”.
María Eugenia Chapa Morales, profesora de la División de Educación y Humanidades de la UDEM, mencionó que, luego de los resultados del primer curso que se ofreció el año pasado, los colegios salesianos decidieron repetir la experiencia, por lo que invitaron a más comunidades a sumarse a este proyecto para generar un mayor impacto educativo.
“Algunos maestros que vienen ahora, tienen estudios en Ciencias de la Educación o Pedagogía; pero otra parte del grupo se graduó únicamente de los colegios salesianos; terminaron su preparatoria y, por la necesidad de maestros en la comunidad, se quedaron trabajando como docentes, aunque no tienen estudios para serlo”, relató la catedrática.
“Una de las características de este curso es que se buscó que todos los maestros fueran indígenas y que pertenecieran a la sierra de Oaxaca; esperamos que el impacto educativo en las familias y en los alumnos sea mayor”, destacó.