El cigarrillo puede dañar la función pulmonar y debilitar el sistema inmunitario
Por Blanca Medina Viezca Fotografía: Efraín Aldama, Daniel Zamora y Dennise Garza
Monterrey, México, UANL (Punto U).- Fumar cigarrillos incrementa hasta en un 50 por ciento las complicaciones derivadas por la Covid-19, convirtiendo al tabaquismo en el cuarto factor de riesgo en la mortalidad asociada al coronavirus.
El Jefe del Departamento de Medicina Interna del Hospital Universitario “Dr. José Eleuterio González”, Homero Nañez Terreros, explicó que las personas que fuman tienen mayor riesgo de desarrollar infecciones respiratorias, tanto bacterianas como virales.
Fumar un cigarrillo disminuye la capacidad del organismo para defenderse de las enfermedades respiratorias y puede agravar el cuadro clínico de quienes están contagiados con el virus SARS-CoV-2.
Por ello, la Secretaria de Salud recomienda no fumar ni vapear, sobre todo si hay menores de edad, mujeres embarazadas o personas adultas mayores o con alguna comorbilidad.
Factores de riesgo más importantes para la mortalidad asociada al COVID-19
Primero
Obesidad
Segundo
Diabetes
Tercero
Hipertensión
Cuarto
Tabaquismo
Ansiedad, estrés y depresión: detonantes del tabaquismo
La pandemia ha aumentado el nivel de estrés de las personas, quienes además luchan contra la ansiedad y la depresión a causa del confinamiento por la Covid-19.
La incertidumbre, los duelos por la pérdida de seres queridos, los cambios en la rutina, las presiones económicas y el aislamiento social han generado una serie de problemas en la salud mental durante la pandemia.
El profesor de la Facultad de Medicina de la UANL Nañez Terreros explicó que trastornos como la depresión podrían incidir en el incremento de sustancias nocivas para la salud.
“La pandemia vino a ponernos estrés en la vida de todos los individuos a nivel mundial y sabemos que se recurre al tabaco precisamente para aliviar el estrés. La nicotina es una droga que disminuye la ansiedad, disminuye la angustia, la preocupación.
“La persona hace una relación de bienestar con el tabaco. En su mente ocurre un proceso donde hay una asociación con algo que le disminuye la intranquilidad, hay una dependencia psicológica”, explicó el neumólogo del HU.
En fumadores adolescentes, de 13 a 15 años de edad, se ha encontrado una relación entre los problemas psicosociales y el hábito de fumar.
¿Cómo dejar de fumar?
En el Día Mundial Sin Tabaco, que se conmemora el 31 de mayo, el Dr. Homero Nañez Terreros aseguró que para dejar de fumar se necesita que el paciente tenga la voluntad para someterse a un tratamiento.
Explicó que a través de parches, gomas de mascar, entre otros medicamentos, el paciente lleva un tratamiento que le permite dejar la nicotina poco a poco.
A los 20 minutos de dejar de fumar se reducen la tensión arterial y la frecuencia cardiaca elevadas.
A las 12 horas, el nivel de monóxido de carbono en el torrente sanguíneo vuelve a la normalidad.
A las 2-12 semanas mejoran la circulación y la función pulmonar.
A los 1-9 meses se reducen la tos y la disnea.
“Desafortunadamente hay una recaída muy importante. Para los 6 meses dos terceras partes recaen porque ellos mismos dicen ‘como si puedo dejar de fumar, deja le sigo fumando y después lo dejo'”, señaló el especialista de la UANL.
“La persona deja de fumar hasta que ya ve el efecto del daño del tabaco, hasta que ve la enfermedad pulmonar obstructiva crónica que le está produciendo limitación para caminar, falta de aire, que ya tiene todo un cáncer relacionado al tabaco, pero desafortunadamente ya es muy tarde”, agregó Nañez Terreros.