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Gana premio internacional con startup de biotecnología

Desarrollo
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Egresado de la FCB, desarrolla una empresa enfocada al tratamiento del agua y la captura de carbono

Por Guillermo Jaramillo/Fotografía: José Luis Macías

Monterrey, México, UANL. - En una recargada, apocalíptica y aterradora nueva versión de Mad Max, dirigida en 2015 por George Miller, nos enfrentamos a un futuro devastado por un clima árido, tormentas de arena que sofocan todo a su paso y una mortal escasez de agua dominada por nuevos tiranos del asfalto.

Lo anterior no escapa de la realidad cuando atendemos que la falta de agua potable afecta a alrededor de 2800 millones de personas en todos los continentes del mundo durante al menos un mes.

Es por eso que ALIS (Algae Innovation Solutions) fue creada por Ramón de Hoyos Cantú desde el seno de la Facultad de Ciencias Biológicas (FCB), para generar un impacto inmediato en el cuidado y preservación del medio ambiente.

Con ALIS, de Hoyos Cantú acaba de obtener el primer lugar en los Premios Latinoamérica Verde, el certamen más importante en su rubro; al presentar una ALIS renovada en lo que fue su tercera participación en la convocatoria. A partir del 2022 la convocatoria será a nivel mundial.

¿Qué es ALIS?

Es un startup de biotecnología que desarrolla procesos verdes utilizando organismos vivos (microalgas) para generar valor a través de la contaminación. 

Con la llegada de la pandemia, Ramón y su equipo, conformado por otros cinco integrantes -entre los que se encuentra su padre-, decidieron realizar ajustes a ALIS, participando por segunda ocasión en 2020, en el que quedaron finalistas con un segundo sitio en la categoría Agua.

Este 2021 volvieron a aplicar en la categoría Biodiversidad, subcategoría Agua, obteniendo el primer sitio en Latinoamérica, lo que otorga a ALIS una estrella muy significativa en su curriculum.

Impacto en la industria y el hogar

“Del primer al segundo concurso nos dimos cuenta que nos faltaba el impacto, esa parte. Cuando quedamos en segundo lugar nos dimos cuenta que estábamos haciendo las cosas para la industria.

“Lo primero que queremos cambiar es la contaminación del agua, ya que en México se desperdician 250 mil litros por minuto en aguas residuales”, señaló el especialista.

Es entonces que Ramón y su equipo de trabajo evolucionaron el proyecto al grado de desarrollar más la tecnología, al darse cuenta de que el impacto se mide por las vidas que cambias.

“En realidad el impacto no solamente se mide por lo que estás haciendo, sino por cuántas vidas cambias, por la comunidad. Ahí fue cuando entendimos que teníamos que desarrollar el proyecto también hacia la comunidad.

Es así como ALIS se acerca en lo general a las industrias y sectores del gobierno, además de impactar en lo público entre consumidores al menudeo.

Las lámparas son bellos diseños que aportan la misma cantidad de oxígeno que un árbol de mediana estatura. Están confeccionadas por manos de artesanos mexicanos y utilizan productos reciclables en su manufactura. El empaque y todo el proceso de envío tiene huella neutra de carbono.

Convenciendo con un sueño

El logro de ALIS es un sueño hecho realidad en medio de la pesadilla de la escasez de agua que se vive hoy en día e impactará con más fuerza a las nuevas generaciones.

“Hay que entender que es una comunidad y somos personas todos, hay que generar un cambio para ayudarnos todos. Estamos ofreciendo este servicio a restaurantes para acercar la biotecnología y microalgas a todos lados”, señala el líder de ALIS.

¿Cómo convencer a los empresarios de que los procesos que han estado realizando durante tantos años no han contado con las medidas adecuadas para contribuir en la rehabilitación del medio ambiente? En un principio Ramón y su equipo no tenían la menor idea.

“Tuvimos que aprender, pasamos por diferentes programas de aceleración e incubación social ambientales para poder desarrollar tecnología para la comunidad y tener ese acercamiento de manera correcta.

“Si queremos hacer un verdadero cambio hay que transformar todo, así que empezamos a desarrollar las lámparas y nos dimos cuenta que esto lo podemos combinar con sensores de monitoreo de calidad del aire en escuelas, ahora que los niños están volviendo a la escuela tienen que tener por normativa lugares ventilados”, detalló.

Adorno sustentable, estas lámparas captan carbono y generan oxígeno de manera natural en la búsqueda cambiar la vida de la comunidad, además que el equipo ALIS brinda el servicio de monitoreo del aire a quien adquiere sus productos.

“Nosotros somos los que nos paramos en las empresas, nos gusta hablar y ver a los ojos a las personas para convencerlos del impacto.

“Es complicado acercarte con la gente en las empresas en Monterrey puesto que es una industria muy fuerte, pero ahora no pueden negarse a cambiar hacia lo sustentable. En este momento hay enfoques globales de la globalización y la industria en los que tienen que moverse hacia enfoques más verdes”, finalizó de Hoyos Cantú.

Por lo pronto, ALIS tiene el reto de conseguir fondos monetarios para echar a andar la planta industrial de tratamiento de agua. Orgulloso universitario, de Hoyos Cantú y su equipo continúan convenciendo a la sociedad para trabajar juntos en la transformación del entorno.