25
Lun, Nov
148 New Articles

Las nuevas "armas" vs COVID: las opciones de tratamientos orales

Desarrollo
Typography

Molnupiravir se perfila para ser el primer tratamiento oral contra COVID-19.

Por Ricardo Treviño

Monterrey, México, Tec de Monterrey.- ¿Existe algún medicamento oral o pastillas para combatir al SARS-CoV-2? ¿Cuáles son las terapias que actualmente existen para pacientes de COVID-19?

La Dra. Gloria Aguirre, infectóloga del equipo COVID en TecSalud, señaló a CONECTA que actualmente no existe un tratamiento dirigido contra el virus SARS-CoV-2.

“El encontrar un tratamiento dirigido, que detenga la replicación del virus y la inflamación, que evite la progresión hacia la etapa de hiperinflamación, va a ser la clave y la solución (de la pandema)”, comentó la doctora.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) dijo que tener un tratamiento en pastillas podría ser "una nueva arma en la lucha contra la pandemia".

Nuevos tratamientos vs COVID: en fase avanzada de desarrollo

Actualmente hay 3 fármacos en fase de prueba que podrían convertirse en los primeros tratamientos orales contra COVID-19 basados en inhibir la replicación viral:

1. Molnupiravir, la sustancia antiviral de Merck

La farmacéutica Merck y Ridgeback Biotherapeutics solicitaron la autorización de uso de emergencia del antiviral Molnupiravir (MK-4482, EIDD-2801) a la Administración de Alimentos y Medicamentos de EU (FDA, por sus siglas en inglés).

De acuerdo a estudios publicados el 1 de octubre, este medicamento de Merck reduce en 50% el riesgo de muerte y de hospitalización al interferir con la replicación viral del SARS-CoV-2.

“(Molnupiravir) es un antiviral oral (píldora) y que en pacientes con enfermedad leve, los primeros días de síntomas, mostró un beneficio al reducir la mortalidad y la progresión de la enfermedad", dijo la Dra. Aguirre.

“El Molnupiravir va a ser una pastilla que sería tomada 4 veces al día; pero falta que la aprueben”, agregó.

2. El tratamiento de Pfizer: PF-07321332

La farmacéutica Pfizer está realizando pruebas con el medicamento PF-07321332, un tratamiento oral con inhibidores de proteasa que se adhieren a las enzimas virales para evitar su replicación.

Entre sus ventajas es que podría usarse de manera preventiva y evitaría la hospitalización de pacientes. Se espera que esté disponible a finales del 2021.

3. El tratamiento de Roche: AT-527

Las farmacéuticas Roche y Atea Pharmaceuticals están trabajando desde el 2020 en el desarrollo de un producto antiviral llamado AT-527 que actúa bloqueando la enzima encargada de la replicación viral.

Se podría usar tanto en pacientes hospitalizados como ambulatorios, y también de manera preventiva. Se esperan resultados de sus pruebas de fase 3 a finales del 2021.

"Serían alternativas que podríamos tener, pero habría que ver si en países como México, donde a veces hay retraso, podrían tener un impacto al reducir la progresión de la enfermedad”, dijo la especialista.

¿Qué tratamientos existen actualmente?

La Dra. Aguirre dijo que los tratamientos deben ser indicados por personal médico tras una valoración, ya que la mayoría de estos medicamentos se usan solamente en un hospital, pues varios tienen efectos adversos que se deben monitorizar.

Los principales tipos de tratamientos que utiliza la comunidad médica para tratar a pacientes COVID son:

1. Dexametasona

La especialista aclaró que, de momento, el fármaco que más evidencia ha demostrado para su uso en pacientes que están hospitalizados y que requieren oxígeno es la Dexametasona, un corticoesteroide que se utiliza como antiinflamatorio.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda administrarla para tratar a pacientes graves o críticos de COVID-19, pero no para enfermos con síntomas leves.

Según la OMS, este tratamiento reduce en una tercera parte la mortalidad de los pacientes conectados a respiradores y en una quinta parte la de los pacientes que solo necesitan oxígeno.

2. Antivirales

- Remdesivir

Este medicamento antiviral intravenoso es solamente de uso intrahospitalario y durante los primeros días de síntomas y con requerimentos de oxígeno bajos. Para adultos y ciertos pacientes pediátricos que están hospitalizados; tiene la aprobación de la FDA

3. Anticuerpos monoclonales

Los anticuerpos monoclonales son moléculas desarrolladas en el laboratorio que actúan como anticuerpos sustitutos.

Su uso es de prevención y en algunos casos con infecciones leves que todavía no requieren oxigeno, sin embargo, que pudieran tener ciertos factores de riesgo para desarrollar progresión de la enfermedad. Uno de los aprobados por la FDA es:

- Regeneron

Medicamento intravenoso que combina la acción de los anticuerpos monoclonales Casirivimab e Imdevimab, que refuerzan el sistema inmunitario. Es de costo elevado.

4. Inmunomoduladores

Los inmunomoduladores ayudan a regular la respuesta inflamatoria del organismo contra el virus, una vez que hay infección por COVID. Son de uso intrahospitalario para pacientes con uso de oxígeno.

La OMS recomendó el uso de Tocilizumab y Sarilumab, usados para la artritis reumatoide, junto con corticoides, como tratamiento contra COVID-19.

La FDA amplió el uso de emergencia de otro inmunomoulador, el Baricitinib, como tratamiento contra COVID.

Dependiendo de su disponibilidad, y además de la Dexametasona, estos son las terapias que se siguen utilizando por la comunidad médica:

“El Baricitinib y el Tocilizumab son fármacos que sí usamos de manera rutinaria con los pacientes dependiendo de la severidad de su enfermedad", dijo la Dra. Aguirre.

“También los anticuerpos monoclonales, como lo es el coctel Regeneron, y el (antiviral) Remdesivir que se deben usar de manera intrahospitalaria y en los primeros días de síntomas, porque ya utilizado ya de una manera tardía no tiene mucho efecto”, explicó.

Los tratamientos descontinuados

Cuando un tratamiento experimental no encuentra evidencias suficientes que prueben su eficacia contra el virus que produce el COVID-19 es descontinuado para dar paso a otros fármacos, señaló la Dra. Aguirre.

“Algunos de los que usábamos al inicio, de manera experimental tratando de encontrar un tratamiento efectivo y que al final salieron estudios de que no funcionaban, están la Hidroxicloroquina, la Cloroquina, la Ivermectina y algunos antihipertensivos como el Losartán.

“También el Lopinavir, Ritonavir, la Azitromicina, e incluso la Aspirina, cuando se hablaba mucho de el estado protrombótico. No es que hubiera muchos estudios, pero algunos médicos la usaban de manera ambulatoria”, recordó.

El plasma convaleciente fue otro de los tratamientos que fue descontinuado debido a que no se encontró evidencia de beneficio de utilidad contra el COVID-19.

El Dr. Michel Martínez, líder del programa COVID-19 de TecSalud, dijo desde el inicio de la pandemia hasta la actualidad, la comunidad médica ha estado buscando un tratamiento efectivo contra COVID.

"En tratamientos no hemos podido estar a la par (que las vacunas). Ha sido una historia de apuesta y derrota, apuesta y victorias pequeñas, que sumándolas es lo que nos ha dado un tratamiento", dijo el Dr. Martínez

Cualquier tratamiento debe tener una supervisión médica

La infectóloga señaló que debido a que la información y resultados contra el COVID-19 son relativamente nuevos, todo tratamiento debe realizarse bajo indicación médica y previa valoración médica.

“Automedicarse no es lo indicado, y menos con fármacos que todavía no sabemos bien cómo van a funcionar o qué aspectos adversos van a tener”, sugirió.

Recomendó también documentarse sobre el avance de estos tratamientos de fuentes confiables como la Organización Mundial de la Salud; así se puede evitar caer en engaños de charlatanes o remedios caseros que incluso podrían poner en riesgo la salud.

“Por ejemplo, el dióxido de cloro, ese ni siquiera lo usamos (para atención de pacientes COVID en hospital). La información está al alcance de todos y no sabemos a veces sí es confiable o no”, agregó.

La infectóloga señaló que en algunos casos, se podría evaluar el llevar un tratamiento de manera preventiva en pacientes con factores de alto riesgo para desarrollar enfermedad grave por COVID.