En la UDEM se trabaja en acciones como el Laboratorio de Transformación Social, apoyando el emprendimiento social estudiantil
Monterrey, México. UDEM. - Con propuestas como la profesionalización de las organizaciones de la sociedad civil, la cooperación y las investigaciones sociales se realizó el panel Filantropía en el norte de México: presente y futuro, en la Universidad de Monterrey.
En el encuentro, organizado por la Alianza Fronteriza de Filantropía (AFF), participaron Agustín Landa García Téllez, vicerrector de Desarrollo de la UDEM; Enrique Díaz Rivera Robinson Bours, presidente del consejo directivo de la AFF y consejero directivo de la Fundación Tichi Muñoz en Ciudad Obregón, Sonora; y Rosa del Carmen Montaño Fimbres, directora ejecutiva de Cadenas de Ayuda para México.
Asimismo, Denisse Rodríguez Barrón, directora ejecutiva de la Fundación del Empresariado Sonorense (FESAC); y Héctor Jurado Sánchez, presidente del Consejo Directivo de la Fundación del Empresariado Chihuahuense (FECHAC).
El panel, que se desarrolló en las salas 6 a la 9 de Educación Continua, fue moderado por Elisa de la Vara, directora de Iniciativas comunitarias de Arizona Community Foundation.
El evento contó con la presencia de William H. Duncan, cónsul general de Estados Unidos en Monterrey; Juan Guadalupe Marcos Giacoman, presidente del Consejo Directivo de la Fundación de Beneficencia Jesús M. Montemayor A. C.; y Andy Carey, director ejecutivo de la AFF.
En un mensaje previo al panel, Duncan afirmó que, en la frontera, lo que rige las relaciones bilaterales es el sentido común, la cooperación y el optimismo, además de que florece la prosperidad transfronteriza a través de la educación y el liderazgo.
“Siempre me sorprendió la cantidad de cooperación diaria que vi entre ciudadanos trabajando juntos para mejorar las vidas de las personas en ambos lados”, comentó.
El diplomático narró que, desde su llegado a la ciudad, fue sorprendido por el liderazgo de Nuevo León en muchos campos: negocios, emprendimiento y educación.
“Hay un sentido de pragmatismo aquí en el norte, que predomina en casi todas las actividades y el récord que tiene Monterrey en filantropía no es la excepción”, enfatizó, “me emociona su historial de responsabilidad social cooperativa y la manera en que tantos líderes empresariales se unen para garantizar que Monterrey continúe siendo un centro para la innovación y crecimiento”.
En su intervención en el panel, Landa García Téllez refirió que los jóvenes están entrando al tema emprendimiento social, y ya no es posible ver los negocios sin que tengan un beneficio para la sociedad.
El directivo universitario advirtió que en las universidades se hace más investigación sobre tecnologías que investigaciones de tipo social, por lo que hacen falta “estudios sociales que nos permitan entender cuáles son las verdaderas necesidades de nuestras comunidades”.
Mencionó que en la UDEM se trabaja en acciones como el Laboratorio de Transformación Social, apoyando el emprendimiento social estudiantil, con investigaciones de cierto impacto en la comunidad; así como proyectos trabajados a través del Centro para la Solidaridad y la Filantropía, y programas como Formar para Transformar y Drivers of Change, que acompañan a las y los jóvenes en proyectos comunitarios.
Por su parte, Díaz Rivera Robinson Bours comentó que la creación de un Centro de Formación Social en Sonora ha permitido aumentar la capacidad de profesionalización, tanto de los colaboradores de la fundación como de la de sus aliados, lo que ha ayudado conseguir las metas que se propusieron desde un principio.
“Para nosotros el desarrollo comunitario es lo más importante que trabajamos; la participación de las bases en la solución de problemas es de suma importancia para que los cambios puedan tener realmente una permanencia”, expuso.
Otro tema que el directivo destacó fue el de la duración de los apoyos otorgados, ya que, en un inicio, el financiamiento duraba solo un año, pero cuando ofrecieron el apoyo hasta por tres años, se consiguió que los proyectos tuvieran mayor permanencia y más impacto en las comunidades.
Rosa del Carmen Montaño Fimbres explicó que, en los años trabajados en su organización, fueron identificando una fuerte necesidad: la profesionalización de las organizaciones y su fortalecimiento.
“Tomamos un compromiso con las comunidades y, a través de programas, de talleres mensuales, de una solicitud que hicimos ante el Centro Mexicano de la Filantropía para convertirnos en un aliado regional, y el acercamiento con las empresas socialmente responsables de la región, comenzamos a trabajar con las instituciones”, indicó.
Como introducción al panel, Elisa de la Vara, la moderadora, afirmó que, entre los retos que enfrentan diariamente las organizaciones de la sociedad civil, están la continua búsqueda de recursos filantrópicos, la administración financiera y la gestión de los recursos humanos, incluyendo al personal remunerado, al voluntario y al consejo directivo o patronato.
“En el entorno actual, se suman desafíos que afectan a la sociedad y cambian la dinámica de nuestras comunidades, con nuevas exigencias a las organizaciones de la sociedad civil, como la crisis humanitaria por la migración de grupos de personas hacia el norte del país”, estableció.
La activista también mencionó, como parte de estos desafíos, la repatriación de connacionales a México, el cambio climático y los desastres naturales y, particularmente en los estados fronterizos, las diversas problemáticas “que no respetan fronteras y que debemos abordar de manera conjunta entre ambas naciones”.