El tetratelescopio Tlapiani es único en su tipo en México, fabricado y operado en su totalidad por investigadores de la UANL y UNAM. Ayudará a las campañas nacionales e internacionales en el monitoreo de asteroides.
Por: Luis Salazar / Fotografía: Jonathan Monsiváis
Monterrey, México. (UANL/puntou.uanl.mx). - Según la Agencia Espacial Europea, existen un millón y medio de asteroides en el sistema solar. La mayoría deambulan en el Cinturón de Asteroides, ubicado entre Marte y Júpiter.
El que mató a los dinosaurios –hace 65 millones de años– medía 10 km de diámetro; es decir, era muy grande, pues la mayoría miden un kilómetro o menos.
Hay meteoritos más rocosos, más ferrosos o con predominancia de silicatos; sin embargo, lo importante es su velocidad, porque en promedio alcanzan los 80 mil km/h y la gravedad de los planetas o el Sol los impulsa todavía más.
Se podría decir que si hay una verdadera “amenaza global” son ellos.
Es por ello que investigadores del Programa Universitario para el Desarrollo de la Astrofísica y Ciencias del Espacio de la Facultad de Ciencias Físico Matemáticas de la UANL, apoyándose en sus colegas del Instituto de Astronomía de la UNAM, han desarrollado un tetratelescopio.
Este instrumento, bautizado como Tlapiani –significa guardián en nahuatl–, es el primero de su tipo en el país y ha sido ideado, diseñado, construido y será operado en su totalidad por astrónomos mexicanos.
El Tlapiani estará ubicado en el Observatorio Astronómico Universitario de la UANL, cuya ubicación está a dos mil 400 m sobre el nivel del mar en el Cerro de Picachos, municipio de Iturbide, y pronto entrará en operaciones.
Con este proyecto, México entrará en las campañas nacionales e internacionales de monitoreo de asteroides.
Cada lente mide 50 cm de diámetro y la geometría de sus espejos permitirá ver objetos con magnificaciones de 20 y hasta 100 veces si son brillantes.
Cinturón de Asteroides, el origen de los balazos
En el Cinturón de Asteroides hay más de un millón de objetos que, a través de la evolución, siguen allí porque, si hubiese habido otras condiciones, quizá todos hubiesen formado a un planeta que hoy orbitaría esa franja.
Y es debido a las mareas gravitacionales de Marte y Júpiter que no se formó un nuevo planeta. Esas mismas fuerzas, a la vez, incitan a esos mismos objetos a aventurarse por el Sistema Solar y, eventualmente, rozar o impactar a otros planetas o satélites.
El doctor José Enrique Pérez de León, catedrático de la maestría en Astrofísica Planetaria y Tecnologías Afines de la FCFM, explicó que esos pedruscos son un intento fallido de planeta que quedaron perturbados en sus órbitas por sus vecinos planetarios.
“Marte y Júpiter logran perturbar sus órbitas y hacen que estos objetos se desvíen de su curso natural. Algunos de ellos pueden acercarse a la Tierra a 30 mil kilómetros de distancia. A partir de esa distancia se consideran objetos cercanos a la Tierra y de particular interés para nosotros”.
Desinformación y viralización: el hoyo negro de la divulgación astronómica
Los avances y descubrimientos en astronomía en los últimos años, meses y días son exponenciales y sorprendentes. Aunque la realidad parece ser superada por la ficción.
Usar ocho telescopios alrededor del mundo para tomar la primera fotografía de un hoyo negro, descubrir casi un planeta por semana en franjas habitables de su estrella y ratificar la Relatividad General de Einstein parecen no ser lo suficientemente interesantes como lo siguen siendo las fake news sobre astronomía, sobre todo si el tema son asteroides que aluden a un Armageddon o Impacto Profundo, muy virulentos en redes sociales.
En días recientes, estuvo “de moda” hablar del asteroide 2007 FT3, un cuerpo en fuga que el 3 de octubre pasó a más de 320 kilómetros de la Tierra. Esto es aún más lejos de la distancia que hay entre la Tierra y la Luna, pero que a cierta opinión pública se le antojó viralizar.
“Hubo un objeto que el 9 de septiembre pasó un poco más cerca que FT3. Hubo noticias y las correspondientes fake news. Sin embargo, no tengo una idea clara de por qué la gente le puede hacer caso más a un objeto que a otro”, destacó el astrónomo.
El investigador propuso que la gente debe tener más criterio y auspiciarse en las agencias científicas con información objetiva. Recomienda dirigirse a las universidades y entrar a los sitios web de las instituciones para tener información veraz.
“ El sentido crítico es fundamental. Es importante acercarse a las instituciones que participan en proyectos, como la UANL, en la campaña de monitoreo de asteroides. Nuestro compromiso con la sociedad es brindarles información y una respuesta objetiva”, José Enrique Pérez de León, Catedrático de Astrofísica Planetaria y Tecnologías Afines de la FCFM.