Investigadora con enfoque en Computación afectiva y egresada del Tec de Monterrey, campus Toluca, comparte su trayectoria y los intereses académicos que la han llevado a trabajar en Japón.
Por Israel Cárdenas | Campus Toluca
Toluca, México. Tecnológico de Monterrey (CONECTA). - “En Japón las personas tienen mentalidades diferentes y metodologías sorprendentes. Cosas que no son importantes para mí son importantes para ellos en su cultura“, menciona la investigadora en Computación afectiva, Monica Perusquía.
Emociones y circuitos, su especialidad
Perusquía es egresada del Tec de Monterrey, campus Toluca de la carrera de Ingeniería en Sistemas Electrónicos.
También es Doctora en Ingeniería en Interacciones usuario-sistema por la Universidad de Tecnología de Eindhoven de Países bajos y Doctora en Informática Humana por la Universidad de Tsukuba, Japón.
Su campo de estudio la ha llevado a diversificar sus intereses de investigación que incluyen: computación afectiva, procesamiento de bioseñales, tecnología aumentada e inteligencia artificial.
De acuerdo con la Dra. Perusquía, su trabajo actual en Japón, involucra la investigación sobre tipos de sonrisas y su relación con la felicidad.
EXATEC por el mundo
“Estando afuera aprendes mucho sobre México, abres los ojos sobre qué tenemos de bueno, qué nos hace falta y en qué podemos mejorar”, refiere la investigadora en Computación afectiva.
“Una de las cosas más importantes que te brinda el Tec son los idiomas, poder hablar el idioma de otro lugar ayuda en la investigación: no es lo mismo buscar cosas ingenieriles en español que en alemán”.
Hacer amigos y aprovechar el tiempo
La investigadora resaltó la importancia del network profesional: "en México no lo vemos así porque los mexicanos somos muy abiertos y hacemos amigos muy rápido, pero en otros países es muy difícil”.
Otro consejo que agregó fue relacionado con el tiempo:“es el recurso más importante que tenemos. Si tienes dos minutos para aprender algo, esos minutos invertidos te van a pagar muy bien después”.
Para finalizar, la investigadora recomendó “abrir la mente a otras posibilidades e ideas [pues] ese tipo de pensamiento es muy valorado en el extranjero”.