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La aviación verde, un compromiso ineludible si se quiere impulsar una industria aeronáutica sustentable

Opinión
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Thales trabaja para alcanzar la tan preciada meta de una aviación verde

Por Wellington Rodrigues, Director de estrategia y marketing en Thales para la Región de América Latina

Monterrey, México, Opinión invitada, Agencia de Noticias 3er Sector.- Al ser uno de los medios de transporte que más favorece al crecimiento de la economía mundial, la aviación se prepara para hacer frente a los retos que conlleva la reactivación del sector, en un contexto en el que, a pesar de la creciente cultura del home office, se seguirá requiriendo de un transporte eficiente y rápido que además esté comprometido con las acciones que ayuden a revertir y hacer frente al cambio climático.

Conscientes de que la recuperación total del sector se dará entre los años 2023 y 2024, las líneas aéreas ya trabajan en las estrategias que les permitan apuntar hacia un futuro pensando en grande, lo que implica apuntar hacia una “aviación verde” que vendrá robustamente fortalecida por las lecciones obtenidas de la crisis por COVID-19.

En el marco de este nuevo paradigma, Thales trabaja para alcanzar la tan preciada meta de una aviación verde, para lo cual, a través de un profundo análisis ha puesto sobre la mesa los bemoles a considerar si se quiere evolucionar bajo una visión sostenible y sustentable.

El peso real de la aviación en el cambio climático y las acciones que puede aportar un futuro más limpio

Dado su papel como un impulsor del desarrollo de las sociedades modernas, la aviación ya se había propuesto hace tiempo el compromiso de reducir su huella ecológica, la cual se estimaba en 2.4% respecto al total de las emisiones de CO2, según datos del Consejo Internacional de Transporte Limpio.

Vemos con mucho entusiasmo que en todo el sector ya se están implementando palancas estratégicas para avanzar hacia una aviación más ecológica.

Un primer ejemplo de ello es que una gran parte de las principales aerolíneas han ido renovando progresivamente su flota, al invertir en aviones con bajas emisiones de carbono. Según estimaciones recientes, esto podría contribuir a reducir las emisiones de CO2 entre 15 y 20%. Mientras tanto, por el lado de la investigación, los socios de la industria han estado trabajando en el desarrollo de combustibles de aviación sostenibles (SAF por sus siglas en inglés). Aquí hay que tener presente que si bien los SAF son combustibles directos producidos con los mismos hidrocarburos que el queroseno de origen fósil, provienen de fuentes más sostenibles. Por esa razón se estima que la introducción de SAF contribuiría a una disminución del 5-10% en las emisiones de carbono. Finalmente, los socios de la industria están trabajando con la comunidad de Gestión del Tráfico Aéreo (ATM) en el desarrollo de herramientas y métodos que faciliten la introducción de operaciones ecológicas. Dichas operaciones serían fundamentales para reducir las emisiones de CO2 en aproximadamente un 10-15%.

Si bien las dos primeras palancas probablemente serán las que más contribuirán a reducir las emisiones de CO2, su impacto solo se sentirá a largo plazo. En Thales, creemos que la tercera palanca es la capaz de generar más impacto a corto plazo, y que podemos desempeñar un papel en la implementación de esto con nuestros socios.

Clima y logística, una mancuerna clave para optimizar las operaciones de vuelo y reducir emisiones

Para lograr una eficiente transición ecológica que se traduzca en una aviación verde, es importante desarrollar las estrategias que permitan la reducción del CO2 y la formación de las estelas que inevitablemente generan efectos climáticos.

Una simple acción como la optimización de las rutas de vuelo podrían representar una reducción de hasta 10% de CO2, aunque también hay que tener presente factores como el viento y el clima, ya que ambos pueden aumentar significativamente el consumo de combustible o viceversa, si se saben aprovechar los mejores vientos y gradientes de temperatura para aumentar la velocidad o altura de la aeronave.

Para optimizar las operaciones de vuelo, también es fundamental una estrecha colaboración entre los controladores de tráfico aéreo (ATC) y los pilotos. Como tal, Thales ha desarrollado Green Flag, una plataforma colaborativa que permite a los centros ATC definir bloques 4D y declararlos como Green Flag. Estos sectores de Bandera Verde indican la disponibilidad de los ATC para implementar procedimientos verdes en colaboración con el piloto. Thales aprovechó el trabajo realizado durante los años anteriores en términos de optimización de trayectorias para proporcionar una herramienta que permitiera a los ATC elaborar trayectorias más ecológicas sin comprometer la seguridad.

De 2006 a 2020, estudios han planteado diversas medidas para el control de las estelas, entre las cuales se plantea el cambio de horario de despegues, de manera que los efectos sean nocturnos. En tanto, otros plantean que las aeronaves eviten las zonas propicias para la formación de estelas, adaptando sus trayectorias verticales y horizontales.

En última instancia, al reunir a todos y analizar el problema de manera holística (emisiones de CO2 y no CO2), Thales y sus socios esperan ayudar a la recuperación, generar innovación e impulsar la investigación y el desarrollo.

La transición ecológica, un reto transformador en el marco de COVID

Es indiscutible que la incertidumbre generada por la crisis de COVID-19  se ha traducido en una caída del tráfico aéreo sin precedentes, lo que ha llevado a la Dirección de Transporte Aéreo de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) a estimar una recuperación que bien podría tomar algunos años. No obstante, dicha crisis crea una oportunidad única para este sector, ya que al haberse reducido el tráfico comercial en más del 50% durante varios meses, por primera vez, los experimentos y cambios a gran escala son factibles.

No por nada, la drástica reducción del tráfico aéreo resultante de las restricciones de viaje relacionadas con el COVID fue en realidad una oportunidad única para que Thales y sus socios comenzaran a probar estos proyectos, ya que nos permitió experimentar con operaciones más ecológicas sin comprometer nunca la seguridad.

Sin una presión que representaría tener una demanda de vuelos saturada, las diferentes empresas se encuentran ante el momento clave de ir ajustando cada uno de los parámetros planteados para la reducción de emisiones, de manera que a la par que se vaya recuperando el sector también se avance en la ansiada aviación verde. El uso intensivo de tecnología, sea en el desarrollo de aviones con bajas emisiones de carbono, nuevos combustibles de aviación o en las operaciones de ATM tiene papel fundamental en el continuado crecimiento y desarrollo del planeta, bajo una visión sustentable y sostenible.