Por Martha Herrera González*
Ciudad de México.- La discriminación se enseña en sociedad; es un comportamiento aprendido hacia personas con características que algunos consideran diferentes. Por ello debemos cambiar la historia para abrazar nuestras diferencias y construir una sociedad con inclusión e igualdad para todas y todos.
La Secretaría de Igualdad e Inclusión, en conjunto con la academia, impulsamos el libro: Discriminación estructural y desigualdad social en Nuevo León, que contempla retos de impacto en nuestro estado, fija rutas, estrategias y políticas públicas basadas en evidencias para superar, combatir y/o reducir la discriminación estructural.
Este diagnóstico, encabezado por el doctor Víctor Zúñiga González, investigador de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), presenta 20 propuestas para la acción, que abonan a las labores que a través de la Comisión para la Inclusión y no Discriminación, hemos impulsado con más de 300 agentes sociales, en 10 grupos históricamente vulnerados.
La transformación de las políticas públicas va más allá de visibilizar a indígenas y afrodescendientes, personas mayores, en situación de calle, población con VIH, migrantes y refugiados, neurodivergentes, de la diversidad sexual, con discapacidad y privadas de la libertad, es reconocer el ejercicio pleno de sus derechos humanos.
Esta investigación muestra que las sociedades que promueven y protegen los derechos humanos son más resilientes y están mejor capacitadas para enfrentar crisis diversas e inesperadas; así como brindar el acompañamiento pertinente en los casos necesarios.
Después de 75 años de haberse declarado el Día de los Derechos Humanos, este aporte académico es un recordatorio para reconocer que existen avances en esta materia, pero no estamos donde deberíamos, siendo urgente eliminar la exclusión y la pobreza de la sociedad.
Debemos redoblar esfuerzos, poner piso parejo porque además hemos visto el surgimiento de importantes movimientos “antiderechos” y esto genera mayor polarización, ataques y reduce espacios para la sociedad civil.
Hago un llamado a la acción inmediata para fortalecer el respeto, el diálogo y la tolerancia, porque los derechos humanos son para todas las personas en cualquier parte del mundo y debemos vivirlos todos los días desde los diferentes niveles y órdenes de gobierno, iniciativa privada, academia, medios de comunicación, ciudadanía, en la defensa y construcción de un marco jurídico que garantice su pleno ejercicio.
Hagamos un compromiso con nosotros, con nuestro entorno y con la sociedad, para acelerar el paso en la construcción de un Nuevo León, donde se respeten y reconozcan los derechos de todas las personas y, así, asumir y presumir que estamos construyendo el mejor lugar para nacer, crecer, educarse y vivir.
*Secretaria de Igualdad e Inclusión y coordinadora del Gabinete de Igualdad para Todas las Personas, del Gobierno del Estado de Nuevo León.