Se debe garantizar la educación inclusiva durante la contingencia por COVID-19
Por Reyes Gamez
Monterrey, México (Agencia de Noticias 3er Sector).- La pandemia del COVID-19 ha dejado al descubierto la falta de acciones para garantizar durante la criss los derechos de las personas con discapacidad, por ello la reconstrucción tras la contingencia debe ser con la participan de este sector de la población para así generar sociedades más inclusivas.
"Como ya sabemos, la pandemia de COVID-19 ha tenido efectos tan devastadores como desproporcionados para las personas que viven con algún tipo de discapacidad. Para ellas, la falta de respuestas apropiadas ha influido considerablemente en el agravamiento de las consecuencias de la crisis", señaló Audrey Azoulay, Directora General de la UNESCO, en su mensaje con motivo del Día Internacional de las Personas con Discapacidad.
Agregó que "en este Día Internacional de las Personas con Discapacidad, hago un llamamieto a la movilización del conjunto de la comunidad internacional para que las personas con discapacidad puedan contribuir activamente a responder a la crisis y a concebir nuevas posibilidades. En efecto, esta pandemia nos ofrece una oportunidad excepcional para poner de relieve estas cuestiones fundamentales y lograr avances decisivos. Aprovechémosla y esforcémonos colectivamente en construir sociedades más inclusivas, que respeten la diferencia y la dignidad humana".
El tema de conmemoración de este año es “Reconstruir mejor: hacia un mundo post COVID-19 inclusivo, accesible y sostenible por, para y con las personas con discapacidad”, por lo desde la UNESCO instan a garantizar la participación de las personas con discapacidad en el diseño y planeación de las politicas públicas tras la contingencia por el COVID-19.
"Es fundamental contar con la participación de las personas con discapacidad para idear soluciones verdaderamente inclusivas a esta situación sin precedentes y para aprender de esta experiencia. No podemos dejar que las personas con discapacidad se vean privadas de su derecho fundamental a participar plenamente en la vida política, económica, social y cultural de sus sociedades. Esto es lo que nos recuerda la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, marco de referencia esencial en la lucha contra la discriminación en este ámbito.
Lo que corresponde ahora es dotarnos de los medios necesarios para lograr esa ambición, y movilizar los magníficos recursos de nuestras sociedades, especialmente la ciencia y la tecnología, para responder a las necesidades específicas de la discapacidad, en todas sus formas y con todas sus particularidades. Las personas con discapacidad deben poder desempeñar una función plena en el desarrollo de estas soluciones, a fin de poner sus competencias y aptitudes al servicio de la inclusión", mencionó la Directora General de la UNESCO.
La Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de la ONU recuerda que el derecho a la Accesibilidad consiste en asegurar el acceso de las personas con discapacidad, en igualdad de condiciones con las demás, a los servicios de información, comunicaciones y de otro tipo, incluidos los servicios electrónicos y de emergencia.
Pero durante la pandemia por el COVID-19 ha quedado expuesta la vulneración a dicho derecho, ya que "cabe citar, por ejemplo, la falta de información accesible a todas las personas, en braille o en lengua de señas. En el contexto de la crisis sanitaria cobramos aún más conciencia de todas las consecuencias que ello tiene, y esta cuestión ya crucial se ha convertido en vital", mencionó la Directora General de la UNESCO.
La Convención también menciona que los Estados Partes reconocen el derecho de las personas con discapacidad a la educación. Con miras a hacer efectivo este derecho sin discriminación y sobre la base de la igualdad de oportunidades, los Estados Partes asegurarán un sistema de educación inclusivo a todos los niveles así como la enseñanza a lo largo de la vida.
Sin embargo las estrategias educativas implementadas durante la contingencia por el COVID-19, han provocado un rezago de las personas con discapacidad, ya que diversos factores les impiden acceder a los contenidos que se brindan en el modelo de educación a distancia, por lo que eso supone un grave riesgo para la educación formal de las personas con discapacidad.
"Un periodo de crisis educativa y de cierre de los establecimientos escolares supone una amenaza especialmente para el futuro de los niños y jóvenes con discapacidad, en primer lugar porque los más vulnerables son también quienes corren un mayor riesgo de sufrir la interrupción de la continuidad pedagógica, así como de padecer los efectos del distanciamiento; pero también porque las soluciones de educación a distancia no suelen estar pensadas teniendo en cuenta sus necesidades específicas. De manera general, la discapacidad, en todas sus formas, debe tenerse más presente en la educación, desarrollando recursos y competencias digitales al servicio de la inclusión, capacitando a los docentes para que conozcan los principios de una educación accesible a todas y todos y haciendo accesibles las herramientas adaptadas a las diferentes necesidades de aprendizaje.
Todo ello es fundamental para los alumnos con discapacidad, pero también para sus compañeros, ya que de este modo todos se beneficiarán de una educación más inclusiva. El acceso a la educación, al igual que a los demás bienes comunes de nuestras sociedades, debe pues ser universal: es una cuestión de equidad y de respeto de los derechos humanos fundamentales", subrayó Azoulay.