Necesitamos un nuevo contrato social que restablezca y honre los derechos: Secretario General ONU
Por Reyes Gamez
Monterrey, México (Agencia de Noticias 3er Sector).- En el marco del Día Internacional de los Pueblos Indígenas, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) señala que la pandemia de COVID-19 ha expuesto y exacerbado muchas desigualdades existentes, afectando de manera desproporcionada a poblaciones de todo el mundo que ya sufrían pobreza, enfermedad, discriminación, inestabilidad institucional o inseguridad financiera. Desde la perspectiva de los pueblos indígenas, el contraste es aún más marcado.
"El sistema de las Naciones Unidas tiene un papel crucial que desempeñar. En este Día Internacional de los Pueblos Indígenas del Mundo, seamos verdaderamente solidarios y trabajemos para poner fin a las graves desigualdades de los pueblos indígenas de todo el mundo, para reconocer plenamente los abusos que han sufrido y para celebrar sus conocimientos y su sabiduría. pueblos indígenas trabajan principalmente en oficios tradicionales y en economías de subsistencia o en el sector informal", mencionó António Guterres, Secretario General de la ONU.
La ONU recordó que hay más de 476 millones de pueblos indígenas que viven en 90 países de todo el mundo, lo que representa el 6,2% de la población mundial. Los pueblos indígenas son los poseedores de una gran diversidad de culturas, tradiciones, idiomas y sistemas de conocimiento únicos. Tienen una relación especial con sus tierras y tienen diversos conceptos de desarrollo basados en sus propias cosmovisiones y prioridades.
Aunque numerosos pueblos indígenas en todo el mundo son autónomos y algunos han logrado establecer la autonomía en diversas formas, muchos de ellos todavía se encuentran bajo la autoridad última de los gobiernos centrales que ejercen el control sobre sus tierras, territorios y recursos.
"Los pueblos indígenas de todo el mundo siguen haciendo frente a una abrumadora situación de marginación, discriminación y exclusión. Enraizadas en el colonialismo y el patriarcado, estas profundas disparidades se sustentan en una profunda resistencia a reconocer y respetar los derechos, la dignidad y las libertades de los pueblos indígenas. A lo largo de la historia moderna, los pueblos indígenas han sido despojados de sus tierras y territorios, de su autonomía política y económica, e incluso de sus propios hijos. Sus culturas y lenguas han sido denigradas y aniquiladas.
Necesitamos un nuevo contrato social que restablezca y honre los derechos, la dignidad y las libertades de quienes han sufrido tantas privaciones durante tanto tiempo, y para ello es fundamental el diálogo genuino, la interacción y la voluntad de escuchar. Disponemos ya de los instrumentos necesarios para tal fin, en particular la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas y el documento final de la Conferencia Mundial sobre los Pueblos Indígenas", subrayó Guterres.
Pero, ¿qué es un contrato social?
Un contrato social es un acuerdo no escrito que las sociedades hacen para cooperar por beneficios sociales y económicos. En muchos países, donde los pueblos indígenas fueron expulsados de sus tierras, sus culturas e idiomas denigrados y sus gentes marginadas de las actividades políticas y económicas, estos nunca fueron incluidos en ningún contrato social. El contrato social se hizo entre las poblaciones dominantes.
Durante los últimos años y décadas, varias sociedades han tratado de abordar este problema, incluso a través de disculpas, esfuerzos por la verdad y la reconciliación, reformas legislativas, así como reformas constitucionales. Mientras que, a nivel internacional, estos esfuerzos han incluido la adopción de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas y la creación de órganos asesores como el Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas.
A pesar de la existencia de instrumentos internacionales para responder a estas desigualdades, no todos se embarcan en el viaje colectivo para garantizar que nadie se quede atrás, incluidos los pueblos indígenas. Por tanto, es necesaria la construcción y el rediseño de un nuevo contrato social como expresión de cooperación por el interés social y el bien común de la humanidad y la naturaleza.
La ONU indicó que el nuevo contrato social debe basarse en una auténtica participación y asociación que fomente la igualdad de oportunidades y respete los derechos, la dignidad y las libertades de todos. Y ello pasa por el derecho de los pueblos indígenas a participar en la adopción de decisiones, un componente clave para lograr la reconciliación entre los indígenas y los Estados. Es por ello que este 9 de agosto, Día Internacional de los Pueblos Indígenas, debemos reivindicar su inclusión, participación y aprobación en la constitución de un sistema con beneficios sociales y económicos para todos.
Ya que los pueblos indígenas han demostrado ejemplos extraordinarios de buen gobierno, desde los iroqueses (pueblos nativos americanos) hasta los parlamentos Sámi en Finlandia, Suecia y Noruega.
"No hay excusa para negar a los 476 millones de personas de los pueblos indígenas del mundo la libre determinación y la participación significativa en todos los procesos de toma de decisiones. El consentimiento libre, previo e informado es fundamental para que los pueblos indígenas puedan materializar su propia visión del desarrollo.
Y mientras crece el reconocimiento de la importancia de los conocimientos indígenas, en particular para resolver las crisis del clima y la biodiversidad y prevenir la aparición de enfermedades contagiosas, debemos garantizar que esos conocimientos sean propiedad de las comunidades indígenas y que sean ellas mismas quienes los compartan", enfatizó el Secretario General de la ONU.