Los jóvenes pueden dejar un mejor legado a las nuevas generaciones
Por Reyes Gamez
Monterrey, México (Agencia de Noticias 3er Sector).- Maruan Soto Antaki a través del libro Lo que hicimos mal los adultos (Alfaguara) busca explicar a los niños, adolescentes y jóvenes como en otras partes del mundo las guerras creadas por los adultos impacta a las nuevas generaciones, ya “que se les está obligando a comportarse como mayores, como más grandes de lo que realmente son, ya que tienen que estar a cargo de sus propias familias, porque a los mayores los mataron o fueron desplazados”.
Maruan señaló que en Lo que hicimos mal los adultos, usa diferentes recursos de la literatura que permitirán a los jóvenes lectores el poder entender el origen de los conflictos que suceden en algunos países de Europa, Asia, Medio Oriente, África y América.
“Juego con ensayos para adolescentes que se mezclan con ciertos espíritus del cuento, del relato, para tratar de explicar en el lenguaje de adolescentes que es lo que está ocurriendo en Myanmar, en Sudán, en Yemen, en Palestina, Israel, en Ucrania, en Libia, en Afganistán, en Irán, en todos esos espacios, con Nicaragua, que es el único escenario latinoamericano que toco, hay jóvenes a los que se les está obligando a comportarse mucho más adultos y tienen que entender ese mundo al que están entrando”, mencionó Soto Antaki.
Recordó que los adultos cargan con una arrogancia que hace que a los niños, adolescentes y jóvenes siempre les responden que no podría entender tal cosa, pero enfatizó que “nunca hay que subestimar a los jóvenes. Entonces lo que intento es explicarles que es lo que ocurre en esos lados, porque resulta que en esos mismos escenarios hay jóvenes como ellos, que van entendiendo su propia realidad y no hay ninguna razón para que un joven en otras latitudes no las entienda”.
Soto Antaki señaló que la decisión de haber tomado 10 conflictos que suceden en diferentes países y en el caso de América fue el país de Nicaragua y no México, es debido a que “a través de otros países podemos entender lo que sucede aquí y esa violencia como la que estamos hablando en Sudán la conocemos en México, hablamos de Lagos de Moreno (Jalisco) hace unos meses en el país.
Entonces lo que intento es con una responsabilidad a la que no me había enfrentado en los otros libros, porque aquí hay que pensar en un lector adolescente y un lector adolescente es un lector en formación y es alguien con quien hay que tener muchísimo cuidado y responsabilidad para no depositarle prejuicios, para no alarmar más de lo que se debe, para no angustiar ni mandar al psicólogo, pero para preparar y formarlo al mundo que lo rodea, lo que trato es dar los insumos que le permitan cuestionarse sobre su entorno, espero haberlo logrado, que cuestione su entorno al interior y al exterior, ya que se merecen un mundo mejor que al que les hemos dejado, porque los adultos hemos fracasado”.
