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Propone fomentar el uso y desarrollo del transporte colectivo en Monterrey

Inclusión Social
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San Pedro Garza García, México, UDEM.- Extender por zonas el sistema de Ecovía en el área metropolitana contribuiría a reducir los problemas de movilidad, aunque es necesario incentivar entre la población el uso del transporte colectivo y alternativo y fomentar una cultura vial, de acuerdo con un Proyecto de Evaluación Final (PEF) de un estudiante de la Universidad de Monterrey.

 

Con su investigación “Análisis a la implementación de Ecovía en la Zona Metropolitana de Monterrey de 2014 a 2018”, Juan Emilio García Estrada recién egresó de sus estudios de Licenciado en Ciencia Política y Administración Pública de la UDEM.

Según este estudio, basado en información del Plan Sectorial de Transporte y Vialidad 2008-2030, la Agencia Estatal del Transporte de Nuevo León y estadísticas de “¿Cómo vamos Nuevo León?”, el área metropolitana de Monterrey es la única ciudad en el país que, en lugar de aumentar la tasa de usuarios en el transporte público, está descendiendo.

“Aquí en Monterrey, la cifra de usuarios de transporte público es de 32 o 33 por ciento y casi el 50 por ciento se mueve en coche; y hay más de un 15 por ciento que se mueve caminando, en bicicleta, en transporte privado, en vehículo compartido o en otros medios”, detalló.

“Y esa tendencia va a la baja, desde 2015 a la fecha prácticamente bajó otro 5 por ciento: son pérdidas muy grandes de usuarios que se están teniendo”, sostuvo.

En contraste, el ahora ExaUDEM agregó que en la Ciudad de México casi el 70 por ciento de las personas se mueve en transporte público y el otro 25 en coche, “y aun así está colapsada, pero el nivel de población es muy distinto”.

“Tenemos que brindarle a la ciudad más opciones de transporte público, en donde también se tienen que crear incentivos para que el transporte ya no aumente de la forma en que ha subido: tenemos el transporte más caro del país”, destacó.

La investigación del exalumno aborda las áreas de oportunidad del actual servicio de Ecovía, como el aumento en la capacidad de sus unidades y una reestructuración de las rutas existentes como alimentadoras de este servicio.

“Cuando se hace un proyecto de este tipo, las rutas alimentadoras se tienen que reestructurar, es decir, se modifican los recorridos, algunas se sacan de circulación, otras se complementan con otras rutas, para que estas ruta lleguen hacia el interior de los sectores, de las colonias, y a su vez alimenten de usuarios a la Ecovía”, explicó.

En opinión de García Estrada, parte del problema es de tipo administrativo, ya que el sistema Ecovía depende de la Secretaría de Desarrollo Sustentable, mientras que las rutas de camiones reportan a la Agencia Estatal del Transporte.

Entre sus indicadores más destacados de este sistema, figuran la rapidez del traslado, en la que está bien evaluado, y la seguridad, con estaciones climatizadas y guardias de seguridad.

“Pero, por otro lado, por la dimensión de tener un transporte nuevo en la ciudad, la forma en que opera y que se combina con la cultura vial de la ciudad, ha generado muchos accidentes viales por gente que no cruza en esquinas o que no conoce el sistema, ciclistas o motociclistas que utilizan el carril exclusivo de Ecovía, y las vueltas a la izquierda, lo que ha generado que los automovilistas no terminen de entenderlo”, explicó.

El exalumno destacó la necesidad de implementar los servicios de Ecovía hacia las zonas con mayor densidad de población, hacia donde están los centros comerciales más grandes, así como centros deportivos, culturales o educativos.

“Por ejemplo, hacia Guadalupe, que tienen el estadio de futbol y centros recreativos; el sur de la ciudad, que está creciendo muchísimo, la zona de Mederos de la UANL, la zona turística; Santa Catarina, que tiene mucha ruta de transporte público y está teniendo colapsos viales”, mencionó.

García Estrada destacó como necesaria la implementación de los sistemas de “bus rapid transit”, el metro o el transporte colectivo convencional, así como el establecimiento y el fomento de una cultura de movilidad.

“Se requiere que la gente aprenda a dejar su automóvil y vea como una opción el transporte público rápido, talvez teniendo un proyecto que acelere los tiempos de traslado y que la demanda vaya en aumento: el objetivo de la ciudad es hacer que más gente utilice el servicio de transporte público para revertir la tasa de pérdida de usuarios que estamos teniendo”, expuso.