México es el país de Latinoamérica con más activistas ambientales asesinados
Por Reyes Gamez
Monterrey, México (Agencia de Noticias 3er Sector).- Imanol Caneyada en su novela Litio (Planeta) entrega a los lectores una historia de cuando la minera canadiense Inuit Mining Corporation descubre uno de los yacimientos de litio más grandes del mundo en una pequeña localidad de Sonora, Ana Ochoa y otros pobladores serán presionados para vender sus tierras a precios irrisorios.
Desde la ficción, es que Imanol aborda la “indefensión, la impunidad en la que actúa la industria extractivista en México, es asesina, cuesta vidas, México es el país de Latinoamérica con más activistas ambientales asesinados en las últimas décadas, México encabeza una lista de muerte que debería indignarnos como sociedad, que maten alguien que esta defiendo un bosque de una tala indiscriminada, un bosque que a todos nos beneficia, porque gracias a ese bosque vamos a poder seguir respirando lo poco que podemos respirar de aire limpio o que este defiendo un río y que ese asesinado impunemente porque los intereses que hay detrás de ese bosque o ese río son brutales”.
Imanol recordó que la escritura de Litio “surge de la experiencia que tuve durante muchos años como ciudadano y periodista a la hora de cubrir de eventos muy puntuales, que tenían que ver con esto, con la devastación”, ya que ejemplo de ello fue el ecocidio del Río Sonora en el año 2014.
Ya que dijo que ese tipo de ecocidios afectan a las pequeñas comunidades rurales que se encuentran “en el olvido y la indefensión millones de personas que viven en las sierras, que viven en los desiertos, que viven en el campo, que se dedican a actividades agrícolas y ganaderas, los pequeños productores, los ínfimos productores que están en absoluta indefensión y que de pronto tienen que enfrentar estos monstruos trasnacionales, a estos corporativos, a estas extracciones que de pronto no tienen rostro”.
Durante la historia los lectores conocen la la complicidad de autoridades locales y la participación del narcotráfico, ya que los empresarios canadienses harán todo lo que sea necesario para conseguir el control del llamado oro blanco, dichas situaciones se asemejan a la realidad en diferentes partes del país.
“Eso me interesaba trabajar en la novela, creo que está ahí, que es como va sutilmente actuando la violencia institucional, porque las autoridades son las primeras en violentar a las comunidades: cuando llegan y las presionan, las convencen y les mienten incluso, es un patrón, les prometen cosas que nunca cumplen, dispensarios médicos, todo esto, que aparece en la novela real, yo lo viví como periodista. Además está presidida de una violencia económica muy fuerte, porque la gente del campo fue abandonada desde hace décadas por el gobierno, que también es una forma de violencia institucional, cuando el Estado te olvida.
Luego está la violencia de las empresas, de los grandes corporativos. Por último, cuando las comunidades se organizan, cuando surgen lideres que resisten, que defienden el territorio, entonces viene esta otra violencia que está vinculada con el crimen organizado que es un gran socio de las empresas mineras.
Todo esto de alguna manera atraviesa la novela desde la perspectiva de los pobladores de esta sierra, Ana María, María Antonieta, Heriberto, verlo desde ahí”, mencionó Caneyada.
Este thriller expone la triste realidad que subyace a la explotación del litio en México, donde la riqueza de la tierra puede convertirse en una maldición para aquellos que la poseen.
Imanol Caneyada estuvo presentando su novela en la edición 30 de la Feria Internacional del Libro Monterrey 2022.