Monterrey, México, UDEM.- La sociedad y los gobiernos ahora están más conscientes de los impactos de los derivados del petróleo en el medio ambiente, por lo que recientemente el Congreso de Nuevo León aprobó una legislación que en el futuro cercano restringiría el uso de bolsas de plástico en los supermercados.
Alfredo Nanni de Valle, del Centro de Sostenibilidad de la Universidad de Monterrey, explicó que aunque la nueva reforma a la Ley de Ambiente -que entrará en acción el próximo año- en principio es noble, se tiene que tener en mente que puede tener repercusiones que no se habían contemplado.
“Creo que la idea es buena; sin embargo, es una solución al final del proceso o de la actividad, cuando ya va a impactar en el consumidor, porque generalmente las personas que van al supermercado y piden bolsas de plástico es para usarlas en su casa como bolsas de basura.
Entonces, si tú prohíbes bolsas así, pues lo que el supermercado va a hacer es que va a buscar unas que sí cumplan con lo que se pide, que sean de 50% de material reciclado, y el consumidor comprará otras bolsas… Realmente no estás atacando el problema”, ejemplificó el profesor de Sostenibilidad de la UDEM.
Abundó en que la normativa puede crear confusión entre los consumidores, pues aunque las bolsas van a ser creadas con material reciclado y algunas consideradas como biodegradables, “la letra chiquita” indica que esto solo se podría lograr bajo condiciones especiales que no ocurren en la naturaleza.
Esto podría conducir a que los consumidores practican menos cautela al momento de realizar compras.
“A la par de cortar el suministro de bolsas, necesitas educar a la gente para que disminuya y separe sus residuos, no sé si de manera automática la gente lo vaya a hacer ahora la cajita de bolsas de basura les va a costar. Separar tus residuos es un trabajo extra, porque no hay mucha infraestructura que apoye esta práctica”, comentó Nanni en referencia que la recolección de basura en Monterrey es general, y se tienen que tomar otras medidas para disponer de plástico, vidrio, papel, etc.
“La preocupación por las bolsas de plástico, o de un solo uso, se origina en que no llegan al lugar indicado para disponer de ellas y en algún punto la vemos atoradas en un árbol o en una tortuga, creo que eso hace que tengamos esa necesidad de eliminarlas sin considerar que tal vez existen otras soluciones”, reflexionó Nanni. Reiteró que las acciones del gobierno indican que están teniendo un cambio de mentalidad, pero también hay que considerar un cambio radical de hábitos, como reforzar la cultura del reciclaje, usar bolsas de tela para hacer compras y reducir el embalaje o empaquetado de los productos para tener resultados realmente significativos.