La Capilla Alfonsina resguarda el Fondo Alfonso Reyes. El personal de este recinto trabajó junto a la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía para preservar y digitalizar los más de 26 mil volúmenes que dejó el Regiomontano Universal.
Por: Guillermo Jaramillo
Monterrey, México. UANL (puntou.uanl.mx). - Los guardianes de Capilla Alfonsina Biblioteca Universitaria (CABU) preservan, conservan, restauran y digitalizan un tesoro universal en el corazón de la Universidad Autónoma de Nuevo León.
El Fondo Alfonso Reyes (FAR) es un acervo bibliográfico de poco más de 26 mil volúmenes, que el Regiomontano Universal reservó para su consulta como lector y estudioso de la cultura y literatura.
Hasta hoy, el FAR está totalmente digitalizado. Los acervos continuos, así como el resto del inmueble se encuentran en constante mantenimiento. Sangre nueva irradia por sus venas debido a las técnicas y procedimientos con el que el personal realiza la faena.
El Director de la CABU, José Javier Villarreal, en entrevista, recordó un texto del propio Alfonso Reyes donde habla de que el museo debe ser interactivo. Que la UANL tenga a su guarda semejante acervo dota de un importante significado a la ciudad.
“Creo que ese proyecto de Reyes, que en la historia del arte es muy revolucionario, la biblioteca es eso, un microuniverso habitado por un sinfín de espíritus. Si pienso en Borges, que dice que la biblioteca es un paraíso, pues es un paraíso muy terrenal, que se mueve". José Javier Villarreal, Director Capilla Alfonsina BIblioteca Universitaria UANL.
“Tener el acervo de Reyes es contar con un gran trozo de la literatura mundial que fue sometida a un alto sommelier que fue Reyes, que eran sus apetencias y sus necesidades”, señala.
Villarreal destacó que la figura del Regiomontano Universal se mueve entre dos vertientes, el hombre erudito, en cuyos textos se refleja su vasta cultura e incontables lecturas, y la figura del artista como genio creador.
“Eso es lo que tenemos en la Capilla, ese tesoro, es nuestra lengua, es un enclave muy fuerte. Es Monterrey la ciudad con una infraestructura urbana, cultural, política, cultural, administrativa, más sólida y más lejana a la hispanidad y más cercana a un mundo angloparlante". José Javier Villarreal
“Tener su acervo es contar con un gran árbol donde apoyarnos y tener una conciencia de nuestra identidad porque finalmente en la obra de Reyes nos presentificamos”, puntualiza el autor de Mar del norte.
Grandes atenciones
Y así como la biblioteca está viva y en constante movimiento, la bibliotecología se ha vuelto un campo cada vez más complejo. Se abre a nuevos problemas qué resolver y metas a alcanzar.
Este acervo que leyera una de las mentes más claras de la literatura y cultura mexicana está en manos de personas capacitadas para mantenerlo vivo como un gran testigo de las épocas que le tocó transitar.
Toda biblioteca o acervo bibliográfico debe luchar contra una serie de factores naturales como el clima, la luz, la humedad. Para ello, la poeta Minerva Margarita Villarreal pactó -en 2010- con la restauradora Martha Romero trabajar en conjunto sobre el proyecto Capilla Alfonsina.
El primer diagnóstico no fue alentador. El acervo se encontraba en severo deterioro debido a condiciones como la acidez de los materiales, tan común en ejemplares de principios del siglo XX, entre otros. Pero lo que sería un proyecto de restauración se convirtió en toda una empresa cultural.
Gracias a la cooperación con la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía (ENCRyM), la CABU ha mantenido al ras los efectos nocivos del paso del tiempo.
El diagnóstico
La gran mayoría de los libros del FAR están encuadernados en rústica. Este formato no es tan duradero como las tapas duras y no soporta el peso del propio libro.
Las condiciones ambientales como la luz, como es el caso de la Sala Alfonso Reyes -donde existen ventanales-, intensifican la degradación del material bibliográfico.
El contacto del papel contra la luz durante prolongados periodos de tiempo provoca que éste se vuelva amarillento y quebradizo. La temperatura ideal para conservar estos acervos es entre los 18 y 21 grados centígrados.
Las bibliotecas modernas mantienen su condición y semejanza de un ser vivo; todo resiente, desde los pesares hasta los mimos y cuidados.
Por ejemplo, la estantería de madera de la CABU la trajeron de Alemania y cuenta con una excelente manufactura; sin embargo, la modernidad exige anaqueles flexibles para el mejor manejo de los materiales. Hoy en día el FAR ha sido mudado de esta bella pieza de madera.
Hay cosas que nunca cambian, por ejemplo, los organismos, los bichos, que proliferan por cualquier parte.
Ante las exigencias actuales, la CABU ha llevado a cabo durante 10 años una capacitación de personal con los propios tutores del ENCRyM.
Así lo han hecho, ahora la CABU cuenta con una infraestructura más que adecuada para salvaguardar sus libros, así como limpieza, acomodo y manipulación del material.
Ellos aconsejaron que para poder preservar, conservar y restaurar el FAR debían extender estas labores a los acervos continuos, de lo contrario, sería como asear solo una habitación de este gran edificio cultural.
Saludable y digital
“Uno de los objetivos que se establecieron como meta en ese diagnóstico derivó en un objetivo general, y a través de metas académicas muy puntuales, que se han ido cumpliendo una por una.
“Se estableció fortalecer la formación humanista, el aprendizaje y la investigación de las áreas de humanidades y ciencias sociales mediante la rehabilitación de digitalización del FAR. A principios de 2011, se inició la digitalización del FAR, misma que concluyó en 2014”, señala Leticia Garza, encargada de Servicio al Público en el turno matutino.
Lotes de 60 libros pasaban a revisión hoja por hoja, lo que permitió catalogar el estado de los libros, dejando los más deteriorados hasta el final. Encontraron verdaderas joyas.
Este proceso permitió crear una base de datos, pero además arrojó la digitalización de las tesis de maestría y doctorado anteriores a 2010, año en que pasaron a custodia de la Biblioteca Universitaria “Raúl Rangel Frías”. También se digitalizó todo el fondo universitario.
A partir de 2014, iniciaron una digitalización de los hemerográficos históricos de todos los fondos anteriores a 1914. Ahora trabajan en una hemeroteca digital, que puede solicitar el usuario vía correo electrónico. Pronto estará en línea.
Garza señaló que llegará una estantería compacta, la cual permitirá un mejor manejo del espacio, ya que el acervo sigue creciendo.
Durante este ejercicio de digitalización, se hizo un hallazgo muy significativo para los alfonsinos y cualquier amante de la literatura o las reliquias: las dedicatorias. Se dio prioridad a digitalizar los libros que contenían dedicatorias.
El apoyo
La relación con el ENCRyM ha sido perfecta. Para Óscar Rodríguez, encargado de Servicio al Público en el turno vespertino de la CABU, cuando se estableció este convenio consideró que tuvo un beneficio cualitativo.
A finales de noviembre, llegan estudiantes y maestros del ENCRyM a trabajar con materiales que la CABU ha seleccionado para restaurar o preservar.
“Previamente nosotros elaboramos un estado y les mandamos fotografías con todas las indicaciones que ellos requieren para que hagan su plan de trabajo.
“Empezamos, por lo menos, unos seis meses antes de que ellos vengan; lo hacen una semana completa donde la Universidad apoya con el traslado y hospedaje del grupo visitante, quienes traen el material en base a lo que se va a trabajar". Óscar Rodríguez, Responsable de Servicio al Público CABU.
Reyna y yo nos hemos sumado a las actividades que ellos hacen y hemos podido aprender mucho”, señala Rodríguez.
El bibliotecario señaló que el propio personal de CABU ha realizado cambios de hábitos en el edificio, trayendo grandes beneficios.
“Por ejemplo, la sustitución de grapas, que son terribles y dañinas para los libros porque se oxidan, rasgan los libros. Entonces, las sustituimos con hilos de algodón, recomendación del propio personal del ENCRyM”, apuntó Rodríguez.
La cercanía con el ENCRyM ha dejado buenos resultados entre los miembros del personal.
“Todas las soluciones se implementaron. Todas las persianas que se necesitaban se colocaron. La digitalización de los documentos fue muy importante y la capacitación del personal". Reyna Vera, Responsable de la Sala de Historia CABU.
“Varía la cantidad de personas que nos visita. Son alumnos; ellos forman parte de una materia en su programa de Museografía”.
“Siempre son asesorados por sus maestros. A mí me ha tocado trabajar con Laura Milán y Luis Enríquez, ambos restauradores de alto renombre a nivel nacional”, comenta Reyna Vera, encargada de la Sala de Historia en el turno vespertino.
Por el momento, la CABU se mantiene saludable, preparada para enfrentar la nueva normalidad. Cabe destacar que a través de eventos virtuales han mantenido el contacto con su público.
Diferencia entre preservación, conservación y restauración
- Preservación: Es un plan, políticas y actividades para mantener la condición óptima de los documentos.
- Conservación: Medidas preventivas y acciones directas para la estabilización de los documentos.
- Restauración: Técnicas y procedimientos con objetivos individuales.