Imanol Caneyada planea escribir una novela sobre la persecución y expulsión de los chinos del noroeste de México
Por Reyes Gamez
Monterrey, México, Agencia de Noticias 3er Sector.- Imanol Caneyada en su novela 49 cruces blancas (Planeta), logra que el lector desde la ficción establezca un dialogo con la realidad, ya que la historia se desarrolla en Hermosillo, Sonora tres años después del incendio en la guardería ABC, donde el personaje de José González “Pictic” es contratado por un grupo de padres de las víctimas para investigar lo ocurrido.
“Es una novela, es ficción y ¿qué tanto hay de realidad en la novela misma?, cada vez me queda claro que esto que llamamos realidad también es una construcción ficticia. Si nosotros analizamos el discurso que da en su momento Calderón y Burns referente a la tragedia de la Guardería ABC, te das cuenta que es una construcción ficticia y que la están construyendo para ellos poder salvar el cuello y poder salvar el cuello de una serie de personas que estaban lucrando abiertamente y vilmente de un sistema de subrogación de guarderías con los hijos de los trabajadores. Entonces dices: ¿qué es la realidad y qué es la ficción?”, expresó Caneyada.
El escritor que estuvo presentado su novela en UANLeer 2019, subrayó que desde la literatura, las personas se mueven “a dialogar con la realidad a partir de la ficción escrita. La ficción no es un mecanismo para mentir, la ficción es un mecanismo que nos ofrece la literatura para construir un universo y en ese universo conviven en el caso de la novela de 49 cruces blancas, conviven hechos digamos reales, documentados y hechos que tienen que ver con lo que yo aporto para poder contar la historia. De manera que hay ciertos personajes que son totalmente una construcción ficticia y hay ciertos personajes que están inspirados en hechos reales y luego están estas referencias que son totalmente directas a personas reales que tienen que ver con quienes estaban en el poder en ese momento y quienes ejercieron esta violencia contra las víctimas y contra los familiares de las víctimas”.
Agregó que él no tenía la intención de “aportar este dato desconocido que no se sabía para descubrir una verdad jurídica, sino más bien y esto es lo que te da la literatura como posibilidad y la novela como género en general, la posibilidad de explorar la existencia de una serie de individuos que están inmersos y que han sido arrastrados por una tragedia como la de la Guardería ABC. Me parece que la ficción tiene unos mecanismos tan poderosos que puede hacer que el lector por su cuenta siga leyendo esta realidad, yo te planteo esto en la novela y a partir de la novela tú puedes ir construyendo tu propia historia y llenar esos huecos que de pronto puede dejar la novela o complementar la novela con otras lecturas que tú puedes hacer a partir de documentales, entonces creo que ese es el poder de la ficción que nos permite estar reflexionando a través de la novela sobre esta tragedia, porque creo que eso nos permite reflexionar quiénes somos como cuerpo social, qué tan enfermos estamos a partir de ser un país en el que se contabilizan las tragedias y se etiquetan bajo números y se convierten en estadísticas”.
El personaje de José González en su investigación realiza un recorrido por diferentes partes de Hermosillo, en algunos lugares encuentra el progreso y en otros sigue la desigualdad social. Imanol mencionó que “a medida que iba construyendo la novela me iba dando cuenta que gran parte de la novela la cuenta la ciudad, este personaje abogado, ex ministerio público, que es una creación totalmente novelesca, es al mismo tiempo la ciudad y me parecía importante también situar la acción de la novela tres años después de la tragedia para tratar de entender que nos había pasado como sociedad después de esos tres años, ¿cuáles eran los mecanismos para el olvido, ¿los mecanismos para minimizar?, ¿los mecanismos para criminalizar a las víctimas?, los padres acusado de que están lucrando con el dolor de sus hijos, eso es una realidad, este “triunfo” del Estado cuando empieza a meter cizaña y empieza a dividir. Todos los mecanismos que permitieron que una tragedia tan brutal como esta se haya diluido con el tiempo y ni siquiera hayamos logrado como sociedad tener una certeza jurídica, que ni siquiera hayamos logrado como sociedad establecer los mecanismos para que no vuelva a suceder. La “Ley 5 de Junio” que impulsan los padres de la Guardería ABC, es una ley que esta de membrete, en muchas partes no está reglamentada.
Entonces era sobre todo esto: ¿de qué manera esta tragedia nos había marcado como sociedad? y ¿cómo le hemos respondido como sociedad?, desde el poder, desde del ciudadano de pie, desde la prensa incluso, esta era la intención para escribir esta novela”.
El lector de 49 cruces blancas encuentra una novela con diversas voces y escenarios sobre la tragedia, Imanol dijo que fue “construyendo la novela y eligiendo lo que me parecía fundamental para tratar de entender esto que decía ¿cómo sucede una tragedia como esta? y ¿cuál es la respuesta del cuerpo social?, si tenemos en cuenta que Hermosillo, que Sonora, que México es un cuerpo social y que esa tragedia es como una especie de herida profunda, ¿cómo actúa ese cuerpo social para cerrar esta herida y para restituir de alguna manera una cierta armonía?, entonces esta idea fue un poco la que determino que elegir y que no elegir, que partes de todo este rompecabezas me podrían servir para poder preguntarme sobre esto permanente y preguntarle al lector”.
El escritor mencionó que los lectores le han expresado que la novela es un texto que les mueve diversos sentimientos ante esta tragedia y también los invita a reflexionar, además de que los personajes en medio de las tribulaciones también sacan emociones que les permiten seguir adelante y enfrentar las adversidades.
Caneyada planea escribir una novela sobre la persecución y expulsión de los chinos del noroeste de México, la perspectiva es plantear “que es un movimiento estructurado desde el poder y que se convierte en una política pública bien diseñada, con leyes específicas, con leyes fascistas para a través de un discurso nacionalista, racista, xenófobo y clasista apropiarse de los bienes de la comunidad china que en muy pocos años se había convertido en una comunidad próspera, que daban empleos y que creaban muchas cosas. Entonces creo que la perspectiva que hay en general de esta enorme violencia que ejerce el Estado contra un grupo de personas llamados chinos, no fue una cuestión aislada ni accidental, ni que estuvo en manos de un grupo de racistas en el norte del país, estos discursos tan vagos que minimizan las cosas, sino que fue toda una política de Estado, diseñada con toda frialdad desde lo económico, desde lo racial, desde la salud, desde la seguridad pública y te das cuenta que ese mismo discurso es el discurso que pueden aplicar ante los migrantes centroamericanos, es el mismo discurso de Donald Trump respecto a Latinoamérica y México específicamente, exactamente el mismo, en un siglo no ha variado. Son los mismos argumentos que utiliza el poder con intereses muy específicos y que mueven a las masas a cometer atrocidades”.
