Dialogaron sobre cómo han vivido la inclusión en sus salones de clases.
Monterrey, México, UDEM.- Crear espacios seguros e inclusivos es una de las misiones de la Universidad de Monterrey, es por eso que el Programa de Inclusión Social y Educativa (PISYE) organizó la Semana de la Conciencia 2021.
Esta jornada tiene la intención de sensibilizar a la comunidad sobre la inclusión de personas con discapacidad intelectual en todos los aspectos de la vida, pues son miembros activos y valiosos de la sociedad.
Para lograr esto, se llevó a cabo visitas a clases virtuales y conferencias en línea, siendo una de ellas “España y México, dos países que viven la inclusión en el aula”, en la que participaron varios profesores de PISYE, incluyendo a Paola Dantés Rodríguez, directora de PISYE, y Fausto Casas, coordinador académico, así como Federico de Isidro y Guadalupe Cantarero, profesores y consultores de accesibilidad universal en la Universidad San Pablo CEU en Madrid.
Cantarero mencionó que en su universidad se han hecho varios esfuerzos para ser más inclusivos en todas las facultades, desde Ingeniería hasta Medicina, para sensibilizar más a la comunidad. Esto lo han logrado a través del apoyo, desde hace cuatro años la Fundación Once y el Fondo Social Europeo, organizaciones que financian la estancia de entre 15 a 18 alumnos con discapacidad intelectual en la universidad.
Esto ha sido como una brisa de aire fresco, porque es algo completamente innovador y ha generado un cambio en nuestro método docente y una nueva manera de ver las cosas, con una visión diferente”, expresó la arquitecta y agregó que la experiencia ha sido benéfica tanto para profesores como los alumnos con o sin discapacidad.
Casas, de la UDEM, platicó a la audiencia de 103 personas que es muy gratificante ser coordinador académico de PISYE, y que la pandemia de COVID-19 trajo consigo más retos de los contemplados, lo que hizo el trabajo de la instrucción en casa aún más complicado. Sin embargo, los recursos e infraestructura brindados por la Universidad de Monterrey hizo la tarea más fácil.
“Tuvimos que hacer uso de los correos institucionales, Google Classroom, espacios como las redes sociales, incluso el WhatsApp. Antes de esto, nunca pensamos en compartir nuestros números de teléfonos a los papás, pero se convirtió en necesidad y eso nos llevó a tener cierta cercanía con los papás y esa es una dinámica que también llegó para quedarse”, mencionó el profesor.
Señaló que muchos de los retos fueron técnicos, pues las computadoras tienen una curva de aprendizaje y para algunos el internet no es el mejor, pero después de casi dos años de la nueva normalidad, los alumnos de PISYE ya se acostumbraron a tomar clases en línea.
En su intervención, Federico de Isidro, desde su perspectiva como profesor, compartió que la nueva inclusividad en la Universidad San Pablo CEU ha sido muy aplaudida por los 44 facilitadores del nuevo programa, pues los ayudan a ser mejores docentes.
El sentimiento plenario con el que cerró la sesión fue que la inclusión de personas con discapacidad intelectual en clases universitarias ha sensibilizado a la comunidad y a los alumnos, pero también ha alentado a los maestros a innovar su método de enseñanza para beneficio de toda clase de estudiantes.