Monterrey, México, UDEM.- Ana Karen Treviño González y María Fernanda Pariente Guerrero, estudiantes de la Universidad de Monterrey, dicen sentirse satisfechas y emocionadas. En el semestre que acaba de concluir, su primero como alumnas de la Licenciatura en Diseño de Moda, no solo aprendieron los pasos básicos de la confección, sino que también aplicaron los conocimientos a favor de los niños y niñas que combaten el cáncer.
Todo es gracias a la asignatura Principios de Patronaje, a cargo de la docente Claudia Lara Soto, quien utilizó la didáctica aprendizaje en el servicio. Así, sus 48 estudiantes diseñaron y crearon capas que serán donadas a chicos con cáncer a través de la Fundación PAME. Antes de llegar a estos pequeños clientes, sin embargo, serán exhibidas en los primeros meses del año (en un espacio y fecha aún por confirmar) con la meta de generar conciencia y recaudar fondos a favor de la causa. Ya tuvieron una primera muestra el 26 de octubre, en el recinto Akadem.
Ana Karen y María Fernanda explican que eligieron la temática del espacio exterior para sus creaciones. La primera incorporó peluche, de manera que su cliente “se mantenga calientito”. La segunda confeccionó su prenda en satín. Ambas introdujeron detalles bordados. Planetas y estrellas adornan las prendas. “Además de que practicas lo que aprendiste, es súper lindo alegrar a un niño con algo que hiciste desde cero y que te esforzaste. Y también es lindo que todas hicimos nuestros propios diseños, cada quien le da su personalidad”, expresa Ana Karen.
Su compañera María Fernanda coincide:
“Sí, por ejemplo, yo de chiquita soñaba con ser astronauta, entonces pude introducir eso que es algo tan mío en un regalo para alguien más. Espero que les ayude a imaginar en otros mundos. También me sirvió todo el proceso: hacer varios bocetos, ver cuál funciona mejor y llegar al resultado final”.
La profesora Lara Soto ha trabajado desde hace seis años con la didáctica aprendizaje en el servicio. En años anteriores a la pandemia de COVID-19, por ejemplo, las alumnas realizaron faldas para las niñas de la casa hogar “María del Refugio”, incluso organizando una pasarela donde las pequeñas clientas eran las modelos. Y cuando la contingencia sanitaria llegó, los estudiantes crearon cubrebocas para Casanicolás, Casa del Migrante.
La maestra indica que siempre observa una reacción positiva de los estudiantes ante el reto: “es decirles ‘primero te enseño, ahora muestra lo que te enseñé al público, pero con el objetivo de brindar algo que alguien necesita’. No es únicamente académico, esto desarrolla su sensibilidad en las situaciones sociales y la empatía. Cultiva las ganas de servir”, dice.
“En concreto, con el tema de las capas, lo que busco es que los alumnos investiguen, analicen, tengan la capacidad de adentrarse en el tema cubriendo los detalles más pequeños, para que puedan ofrecer al niño o a la niña un mensaje que le motive a luchar en esta etapa tan crítica”. Añade que es satisfactorio ir más allá de la teoría, brindando a las nuevas generaciones el sentido de compromiso con la sociedad y la convicción de que aportan a los demás.
Mónica Garza Chapa, directora del programa académico de Diseño de Moda, apunta que iniciativas así muestran el verdadero alcance de las mentes creativas e inspira sus mejores versiones: “este tipo de servicio nos ayuda a darnos cuenta de que la moda va más allá de lo que vemos, podemos hacer mucho más a través de este arte”, comparte.