Diseñan un sistema semiautomático para extraer cera de candelilla que mejora las condiciones laborales de las personas involucradas en estos procesos
Por Marco Córdova / Fotografía Patricia Rosales
Monterrey, México, UANL.- Con el desarrollo de un equipo semiautomático, investigadores de la UANL sustituyeron un proceso que data de hace más de 100 años para la extracción de cera de candelilla orgánica en el norte de México, logrando reducir las problemáticas a las que se enfrentan las personas que se dedican a esta actividad.
Este proyecto, que formó parte de una convocatoria realizada por la CONAFOR y el CONACYT, reduce los riesgos a los que se exponen las personas que se dedican a la extracción de cera en ejidos y zonas alejadas de las ciudades.
“En la zona norte, en la zona desértica de México, la agricultura es muy difícil”, explicó Guillermo Martínez Ávila, investigador de la Facultad de Agronomía y quien encabezó el trabajo de investigación.
Sustituyen ácido sulfúrico por ácido cítrico
La principal característica del equipo desarrollado por los investigadores universitarios es que este cambia el uso del ácido sulfúrico por el ácido cítrico, lo que hace el proceso menos riesgoso y menos contaminante.
De acuerdo con los estudios que se realizaron para este proyecto, la exposición al ácido sulfúrico ocasionaba diversos daños y efectos adversos en el cuerpo de los ejidatarios involucrados en la actividad.
“Tiene grandes ventajas la sustitución del ácido sulfúrico por el ácido cítrico, porque es menos dañino para el medio ambiente y menos dañino para los candelilleros”, señaló Martínez Ávila.
Modifican proceso centenario
El proceso tradicional para la extracción de candelilla es una actividad particularmente mexicana que data de hace más de 100 años.
A lo largo de este tiempo, este proceso ha sufrido diversas modificaciones, pero nunca se había puesto especial énfasis en hacerlo más sustentable y seguro, explicó Romeo Rojas Molina, investigador que participó en el diseño del sistema semiautomático.
“Es muy riesgoso y muy contaminante, desde 1914 se hace este proceso”, señaló Rojas Molina.
En el proceso tradicional, la planta de candelilla, unas varitas que llegan a medir más de un metro, pasa por una paila, un espumador, un charqueador y un cortador para la cera extraída.
Con el trabajo de los investigadores universitarios se evita que este proceso sea totalmente a mano y se incorporan algunos ajustes para que las personas involucradas tengan menos riesgo de contacto con el agua hirviendo, por ejemplo.
Esta innovación, agregó Rojas Molina, permite también incrementar al triple la producción de un solo día.
La cera de candelilla tiene aplicaciones en la industria farmacéutica, en la industria alimentaria, para la elaboración de recubrimientos comestibles, para la elaboración de algunos cosméticos, como labiales, en aplicación en algunos chicles y una amplia gama de sectores.