Por Jesús González Cárdenas*
Monterrey, México.- El Nearshoring trae consigo aquellos resabios del capitalismo salvaje donde el empresariado busca acaparar los beneficios, pero debemos comprender que los tiempos han cambiado y los mexicanos tenemos que ser conscientes de que más allá de nombres propios, este fenómeno debe traernos trabajos dignos, decentes y bien remunerados, que permitan a nuestras familias su crecimiento, su desarrollo y una vida plena, que se aproxime a ese horizonte idílico con el que todos soñamos: la felicidad.